Al principio, fue difícil darme a conocer en el mercado, pero poco a poco fui ganando clientes gracias a mi presencia en redes sociales y a las recomendaciones de mis primeros clientes satisfechos. Además, la flexibilidad que me brindaba trabajar como independiente me permitía atender a mis clientes a cualquier hora del día, adaptándome a sus necesidades y horarios.
Otra de las ventajas de trabajar de manera autónoma es que, como abogado especializado en derecho comercial, pude ofrecer servicios a pequeñas y medianas empresas que no podían permitirse los altos costos de los grandes bufetes. Además, la utilización de medios digitales me permitió trabajar de manera eficiente y ofrecer precios más competitivos.
Poco tiempo después, conocí a otros abogados que compartían mi visión de la abogacía y decidimos unirnos para fundar nuestra propia firma de abogados llamada IntegraloSoluciones. Nuestra firma está enfocada en brindar soluciones integrales y personalizadas a pequeñas y medianas empresas en el ámbito del derecho comercial.
Nos hace diferentes que, nuestro primer contacto con nuestros clientes es de manera virtual, lo que nos permite tener presencia en todo el país sin importar la distancia. Durante mi experiencia como abogado freelancer, aprendí a combinar diferentes habilidades que me han permitido desarrollar mi trabajo de manera más eficiente. Por ejemplo, he aprendido a manejar programas de edición de fotografía y marketing digital para diseñar y mejorar la imagen de mi firma y promocionar mis servicios. También he aprendido sobre Legal Design, una herramienta que me ha ayudado a comunicar de manera más efectiva los conceptos legales complejos a mis clientes.
Por supuesto, trabajar de manera independiente y ser emprendedor también tiene sus dificultades. Uno de los principales desafíos es la falta de apoyo y estructura que ofrece una gran firma. Pero gracias a las comunidades en línea de abogados y a las herramientas tecnológicas disponibles, puedo conectarme con otros profesionales y compartir información y recursos.
Otro reto es mantenerme actualizado y en constante aprendizaje sobre las nuevas tendencias y tecnologías en el mundo del derecho. Pero gracias a la gran cantidad de recursos en línea y la posibilidad de participar en cursos y seminarios virtuales, puedo mantenerme actualizado y ofrecer un servicio de calidad a mis clientes.
En resumen, mi experiencia como joven abogado que ejerce su profesión de manera no tradicional a través de espacios virtuales ha sido muy gratificante y exitosa. Si bien es cierto que trabajar de manera independiente puede ser un camino difícil, las ventajas de ofrecer servicios legales en línea hacen que valga la pena. Espero que mi experiencia pueda inspirar a otros jóvenes abogados a buscar caminos no tradicionales en su carrera y a aprovechar las nuevas tecnologías para hacerlo.
Una nota de cristal de: Sebastián Legarda Venachi, Abogado de la Universidad del Cauca, especialista en Derecho Comercial y candidato a magíster en Derecho Empresarial en la Pontificia Universidad Javeriana.
Revista Juventud, Notas De Cristal Para Una Generación En Construcción.