El alcalde de la ciudad de Nueva York, Eric Adams, ha sido acusado de cinco cargos federales relacionados con soborno, fraude electrónico, conspiración y solicitud de contribuciones de campaña a ciudadanos extranjeros. Su intento de renovar mandato en las elecciones del próximo año cuelga ahora de un hilo si se formula la acusación federal.
La acusación de 57 páginas, revelada el pasado jueves por la mañana, describe una serie de supuestas acciones ilegales que comenzaron en 2014, cuando Adams era presidente del distrito de Brooklyn. De acuerdo con la investigación judicial, Adams habría buscado y aceptado beneficios valiosos, como viajes internacionales de lujo, de empresarios extranjeros y al menos un funcionario del Gobierno de Turquía, a cambio de influencia. El alcalde también está acusado de canalizar contribuciones ilegales a su campaña a través de donantes y actores falsos del extranjero, violando las leyes federales que prohíben la influencia extranjera en las elecciones estadounidenses.
La situación se agrava cuando la acusación detalla que Adams aceptó contribuciones ilegales en 2018, tras anunciar su candidatura a la alcaldía. Estas donaciones habrían sido canalizadas a través de empleados de empresas, eludiendo las prohibiciones sobre contribuciones corporativas.
Reacción del alcalde y su equipo legal
El Alcalde Eric Adams, niega rotundamente cualquier irregularidad. En una declaración en video, expresó que siempre supo que su postura firme en favor de los neoyorquinos lo convertiría en un “objetivo”. Defendió su inocencia y prometió luchar contra los cargos “con cada gramo de su fuerza y espíritu”. El alcalde también ha contratado al prominente abogado Alex Spiro, conocido por representar a figuras como Elon Musk y Alec Baldwin. Spiro cuestionó los motivos de la fiscalía y criticó las acciones del Departamento de Justicia, sugiriendo que los fiscales están buscando atención mediática.
El jueves por la mañana, los investigadores federales ejecutaron una orden de allanamiento en Gracie Mansion, la residencia oficial del alcalde, y confiscaron dispositivos electrónicos. Adams no fue arrestado, y se espera que se entregue en los próximos días para ser procesado formalmente.
Vínculos con Turquía y la comunidad turco estadounidense
La acusación formal detalla los estrechos vínculos entre Adams y el Gobierno turco. Durante su tiempo como presidente del distrito de Brooklyn, el alcalde viajó a Turquía en varias ocasiones, recibiendo financiamiento para estos viajes de parte del consulado turco. Adams firmó un acuerdo de ciudad hermana con el distrito Üsküdar de Estambul en 2015.
Las autoridades investigan si estas relaciones facilitaron donaciones ilegales a su campaña electoral de 2021, incluyendo la autorización para la construcción de un rascacielos frente a la sede de la ONU para albergar la misión de Turquía.
Crisis de liderazgo y vacantes en su administración
La administración de Adams ya estaba siendo sacudida por múltiples dimisiones en altos cargos antes de la acusación. Figuras clave, como el comisionado de la Policía de Nueva York, Edward Caban, y el canciller escolar, David Banks, han renunciado. Las dimisiones se suman a las crecientes críticas por la gestión del alcalde en temas clave como la crisis migratoria y la seguridad en la ciudad.
La congresista Alexandria Ocasio-Cortez ha sido una de las voces más prominentes en pedir la renuncia de Adams, argumentando que la avalancha de dimisiones y las investigaciones han debilitado el funcionamiento del Ayuntamiento. Mientras tanto, varios rivales han anunciado sus intenciones de competir contra Adams en las primarias del Partido Demócrata de 2025.
Riesgo de destitución
Su intento de renovar mandato en las elecciones del próximo año cuelga ahora de un hilo si se formula la acusación federal. El 110º alcalde de la Gran Manzana, y segundo de raza negra, podría ser destituido por la gobernadora del Estado, la también demócrata Kathy Hochul, que tiene potestad para hacerlo. La caída libre de su Administración merma no sólo su perfil político, también proporciona un blanco fácil a los republicanos en pleno esprint de la campaña para las elecciones de noviembre. Brad Lander, el interventor de la ciudad que se presenta como candidato a la alcaldía, instó a Adams a hacerse a un lado: “El camino más apropiado es que dimita para que la ciudad de Nueva York pueda recibir toda la atención que exige su liderazgo”.
Los demócratas han expresado su preocupación por lo que una acusación contra Adams podría significar para la ciudad de Nueva York, que se enfrenta a muchos desafíos apremiantes, entre ellos la gestión de la crisis migratoria y la falta de vivienda asequible, que expulsa de la ciudad a miles de vecinos cada año. Precisamente este miércoles, horas antes de que se conociera la imputación, el propio Adams se apuntaba un tanto con el avance de un ambicioso plan de vivienda, denominado la Ciudad del Sí, que prevé flexibilizar restricciones de edificación obsoletas y liberalizar suelo para crear “un poco más de vivienda” en todos los barrios. El plan obtuvo hoy mismo la aprobación de la Comisión de Planificación de la Ciudad.
Su administración ha sido criticada por recortes presupuestarios, que luego revirtió, y por la reanudación de tácticas policiales agresivas que habían sido abandonadas por su predecesor. Con su popularidad en picada y enfrentando cargos federales, el futuro político de Adams es incierto. Si fuera forzado a dimitir, Jumaane Williams, defensor público de la ciudad, asumiría el cargo de manera interina hasta que se celebren elecciones especiales.
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