La discusión está servida y el debate apenas se inicia, el país requiere de realizar grandes cambios en la concepción de la matriz energética, en el presente dependemos de combustibles fósiles o hidrocarburos para mover el transporte. Las necesidades energéticas para los hogares y empresas son suplidas principalmente por energía hidroeléctrica.
Manuel Rodríguez Becerra ex ministro de ambiente propone, y en esto le damos toda la razón, que dado que Colombia solo aporta menos del 0.5% de los gases efecto invernadero del planeta deberíamos hacer una transición más extendida en el tiempo, es decir entre 15 a 20 años siguiendo con exploración y explotación de petróleo con altas exigencias ambientales, no a tierra arrasada, y usar esos recursos en implementar con mayores recursos financieros y económicos la implantación de energías alternativas.
La ministra Irene Vélez Torres ha anunciado en reiteradas ocasiones el freno total a las exploraciones de petróleo, lo cual ha mandado un mensaje no muy acertado a los mercados e inversionistas y en algún momento impactado en el precio del dólar, una divisa ya de por si volátil.
La propuesta es simple: en 15 a 20 años debemos tener una matriz energética basada en energía hidroeléctrica, solar, eólica y otras fuentes como el Hidrogeno verde.
Asoenergía nos entrega los siguientes datos: “La demanda energética nacional es la cantidad de energía que se consume en el país. En Colombia, para 2021, se consumieron los siguientes energéticos: 46% de petróleo y derivados, 17% de electricidad, 16% de gas natural, 7% de carbón y 14% de biomasa y leña. Estos energéticos son consumidos por los sectores económicos en la siguiente proporción: 44% por el sector de transporte, 28% por el sector industrial, 19% por el sector residencial, 6% por el sector terciario y 3% por otros sectores.” Hasta acá la cita de asoenergía.
Las energías limpias son muy bajas actualmente en Colombia, deberíamos avanzar a ritmos superiores o iguales al 5% anual; pero claramente los recursos para esta implementación deben de salir de la rentabilidad de una empresa como ECOPETROL que tiene la experiencia y el capital humano.
Capítulo aparte nos merece el hidrogeno verde, Europa está ya creciendo a grandes pasos en su producción para compensar el gas que ha dejado de importar de Rusia, país con el que tiene una disputa en suelo Ucraniano.
El hidrogeno verde resulta de la hidrolisis del agua con energías limpias (eólica o solar), para descomponer la molécula de agua en hidrogeno y oxígeno. El hidrogeno se almacena en tanques y es canalizado a una pila de combustible y de acá se une con oxígeno procedente del aire para producir energía eléctrica.
Todos los nuevos procesos de energías alternativas son en su inicio más costosos, pero a medida que crece su utilización estas energías limpias van siendo más rentables. Colombia tiene una ventana de oportunidad para ser autónoma en su matriz energética limpia, pero el camino debe ser bien andado. Con razón desde esta revista hemos dicho que no seremos comisión de aplausos.
Felicitaciones por estar siempre pendientes de crear más cultura ambiental