Con mucho respeto, te manifiesto mi
admiración, por el profesionalismo y la gallardía conque enfrentas tu trabajo
como actriz. En este país donde en el
escudo no debiera decir Libertad y
orden, sino, “Corrupción y doble moral” es posible que muchos te señalen con el
dedo, pero quienes te señalan, lo hacen como en la película Malena de Giuseppe
Tornatore, señalan a Malena en público y se masturban en la oscuridad de sus
cuartos, pensando en ella. Y las mujeres la critican, por lo que hace, pero en
el fondo quisieran hacer lo mismo, pero son frustradas por su incapacidad de
hacerlo.
Con mucha alegría vi tu último
video, lo disfruté al máximo, nadie esperaba ver lo que hiciste. Creo que la
mayoría a quienes les llegó el video, esperaban ver lo que de ti siempre han
visto. Pero para bien de Colombia, para bien de la sociedad, nos diste un
ejemplo de conocimiento de la realidad, y lealtad con una clase a la que
perteneces, y la que no desconoces.
Viendo tu video, pensé con una
sonrisa, en esa horda de colombianos furinegacionistas, la llamada generación del odio. Seudo
intelectuales, seudo periodistas, seudoanalistas, seudoartistas, enceguesidos
por un odio ideológico que les impide
ver, lo que una mujer como tú, sin los estudios de ellos, con la sencillez de
tu lenguaje, y con la firmeza de tu carácter, nos mostraste, contestándole a
Vicky Dávila, que lo único que quería era poner respuestas en tu boca, que
existe una Colombia donde el hambre es la comida de cada día, donde la salud es
la antesala del cementerio, donde la miseria y la corrupción son la
cotidianidad, y donde hay un presidente que lo único que quiere es que esas cosas cambien, y
exista una Colombia digna, justa en
incluyente, una Colombia mejor.
Con la misma gallardía conque
enfrentas tu profesión, hiciste ver a Vicky Dávila como lo que es, un ser muy
inferior a lo que tu eres, porque todo el mundo sabe quien eres, lo que haces, y no ocultas nada, mientras que
ella, se oculta tras la máscara de periodista, se disfraza de periodista, y por
un millonario salario mensual, al igual que muchos otros de sus colegas,
quieren hacernos creer a los colombianos, que la tierra es cuadrada, que lo blanco es
negro, y que vivimos en un paraíso que
ese tal Petro, quiere destruir.
Estimada Esperanza, los colombianos
no perdemos la esperanza, de que las cosas cambien para bien de todos. Le
reitero mi felicitación por las
respuestas que le diste a la seudo periodista. Mujeres como tu, personas como
tu, con la sensibilidad social que tienes, y que con gallardía y enteresa, que
asumes la profesión que tienes, le diste una lección a toda Colombia. Nunca
debemos olvidarnos de quienes somos, de donde venimos, y lo más importante de
todo, aunque lo dijiste con otras palabras, no podemos hacer parte de aquellos
que sufren el síndrome de doña Florinda, viven en un barrio obrero y se creen
millonarios, que defienden a los ricos y
están raspando la olla. No podemos ser de aquellos que al llenar su barriga, se
olvidan del que no come.
Un
Abrazo
Gonzalo Osorio Toro
Una nota de cristal de: Gonzalo Osorio Toro.
Somos Revista Juventud
Notas De Cristal Para Una Generación En Construcción
Mi querido Gonzalo mi respeto a la manera que describe la realidad de nuestra querida colombia
Excelente columna. Saludos desde Rionegro Ant.
Que buena carta