
El Consejo de Ministros del presidente Gustavo Petro, celebrado el 4 de febrero de 2025 y transmitido en vivo por televisión nacional, marcó un precedente en la historia política del país. Este evento, que duró aproximadamente seis horas, fue concebido como un ejercicio de transparencia para que los ciudadanos pudieran observar de primera mano las discusiones internas del gabinete. Sin embargo, lo que comenzó como una apuesta por la democracia terminó exponiendo profundas divisiones y tensiones dentro del Gobierno.
La sesión inició con un discurso del presidente Petro, quien justificó la transmisión en vivo afirmando que “la democracia es que el pueblo pueda vigilar, participar y decidir”. Según el mandatario, su intención era mostrar que “no hay nada que ocultar” y que el Gobierno del Cambio debía profundizar la democracia en Colombia. Petro criticó lo que denominó una “oligarquía” histórica en el país y destacó que su administración buscaba romper con esa tradición al hacer públicos los actos administrativos, salvo cuando comprometan la seguridad nacional.
Uno de los temas centrales fue el reproche del presidente hacia su gabinete por el incumplimiento de compromisos adquiridos con la ciudadanía. De los 195 compromisos establecidos, 146 no se han cumplido. “Me da vergüenza. El presidente es revolucionario. El Gobierno, no”, expresó Petro visiblemente molesto. Durante su intervención, citó a Gabriel García Márquez y recordó episodios históricos para reforzar su mensaje sobre la necesidad de actuar con coherencia y compromiso.
La discusión se tornó más tensa cuando se abordaron temas polémicos como el nombramiento de Armando Benedetti como jefe de gabinete y Laura Sarabia como canciller. La vicepresidenta Francia Márquez expresó su inconformidad con la inclusión de Benedetti en el equipo gubernamental debido a las acusaciones en su contra por violencia de género. Entre lágrimas, Márquez declaró: “Como feminista yo no me puedo sentar en esta mesa”. Este momento fue uno de los más emotivos y generó un fuerte impacto tanto dentro como fuera del Consejo. Ya que Susana Muhamad, también expresó su inconformidad con lagrimas en los ojos, ante el nombramiento.
Otro punto álgido fue la denuncia del presidente Petro sobre un presunto plan para atentar contra su vida. Aunque esta no es la primera vez que menciona amenazas en su contra, Petro aseguró que ahora estas estarían vinculadas a nuevas tecnologías utilizadas para planificar atentados. “Tenía mi temor, pero es una verdad”, afirmó, dejando a muchos sorprendidos por la gravedad de sus declaraciones.
En términos de políticas públicas, se discutió la necesidad de vender las operaciones de fracking de Ecopetrol en Estados Unidos para invertir en energías limpias en Colombia. Petro reiteró su postura contra el fracking al considerarlo “la muerte de la naturaleza y la humanidad”. Además, ordenó priorizar proyectos ferroviarios en Cundinamarca y Bogotá, incluyendo tranvías hacia Zipaquirá y Occidente. También solicitó avanzar en proyectos de agua potable para Santa Marta y Valledupar, así como construir viviendas para campesinos en regiones afectadas por el narcotráfico como Catatumbo.
El Consejo también dejó al descubierto fracturas internas dentro del gabinete. Jorge Rojas, director del Departamento Administrativo de Presidencia (Dapre), presentó su renuncia irrevocable tras la reunión. Rojas expresó durante el encuentro: “Yo quisiera que el mecanismo de seguimiento y rendición de cuentas se haga con mesas técnicas e indicadores claros”. Su salida refleja las tensiones generadas por las decisiones recientes del mandatario.
El tono del debate escaló cuando Petro acusó a algunos ministros de tener una “doble agenda” y actuar con falta de franqueza. En respuesta a estas críticas, Gustavo Bolívar intentó calmar los ánimos declarando: “Lo amamos a usted presidente. Yo a usted lo amo”. Sin embargo, estas palabras no lograron disipar las tensiones evidentes entre los miembros del gabinete.
La transmisión dejó una impresión mixta entre los colombianos. Mientras algunos celebraron el ejercicio como un avance hacia la transparencia gubernamental, otros lo calificaron como un espectáculo que expuso desorganización y conflictos internos. Las redes sociales se llenaron de memes, críticas y comentarios sobre lo ocurrido durante las largas horas del Consejo.
Al finalizar la sesión, Petro concluyó con un mensaje contundente: “Es un gabinete triste… Aquí se dividen entre benedictistas y no benedictistas. La noticia aquí en vez de ser un gran esfuerzo democrático es una pelea entre ustedes”. Estas palabras reflejan su frustración por las divisiones internas que quedaron al descubierto ante millones de espectadores.
Notas De Cristal Para Una Generación En Construcción