
Desde el primer momento en que surgió la propuesta de convocar a una consulta popular, he acompañado decididamente esta iniciativa, convencido de su profundo valor democrático. La consulta popular representa hoy, más que nunca, un camino legítimo y necesario para garantizar la participación ciudadana frente al bloqueo político de un vasto sector del Congreso, liderado por intereses clientelistas que, tras haber perdido el poder presidencial, pretenden obstruir las transformaciones sociales que reclama el país.
Acompaño la idea de consulta popular por varias razones de fondo que merecen ser expresadas con toda claridad:
Primero, por la importancia fundamental de la participación ciudadana como antídoto contra las viejas prácticas clientelistas que hoy se atrincheran en el Congreso para sabotear el cambio. Frente al cierre de los canales institucionales, es el pueblo quien debe asumir la palabra soberana.
Segundo, porque desenmascara la falacia y la mentira de quienes, disfrazados de constitucionalistas y demócratas, ocultan su verdadero propósito: defender los privilegios históricos de unas minorías que han impedido el avance de una verdadera justicia social en Colombia.
Tercero, porque la reforma laboral que se propone no es un capricho de un gobierno ni un beneficio para un sector particular. Es una transformación social indispensable en favor del conjunto del país: de los trabajadores, de las mujeres, de los jóvenes, del campesinado y de todos aquellos históricamente marginados de la dignidad laboral.
Cuarto, porque resulta indispensable desenmascarar la hipocresía de algunos sectores del
Congreso que hoy posan de guardianes de la democracia, cuando en el pasado reciente no fueron más que notarios complacientes de los gobiernos de turno. Hoy pretenden aparecer como dignos defensores de causas populares, cuando en realidad representan intereses contrarios a los derechos de las mayorías.
La consulta en lo práctico y lo pedagógico
Ahora que se han conocido las preguntas propuestas oficialmente por el Gobierno para someterlas a consulta, me permito presentar una propuesta alternativa de formulación, que busca fortalecer la viabilidad legal, mejorar la comprensión ciudadana y sintetizar en cuatro preguntas temas que, siendo diversos, pueden ser agrupados coherentemente bajo criterios de unidad temática y racionalidad normativa.
La consulta popular debe ser, además, una gran idea movilizadora. Para que realmente se logre la participación ciudadana que necesita el país, la consulta
debe ser práctica, ágil y clara:
- Debe contener un número reducido de preguntas —propongo un máximo de cuatro— que sean fáciles de entender y de responder por cualquier ciudadano.
- Las preguntas deben motivar por su contenido y facilitar la acción, no desmotivarpor enredos jurídicos o exceso de tecnicismos.
- Los ciudadanos votan movilizados alrededor de una causa clara, no alrededor detextos enmarañados o procesos confusos.
- Una consulta popular debe ser un acto de afirmación sencilla y contundente, no unlaberinto de confusión.
Propuesta de Redacción en Cuatro Preguntas
La siguiente propuesta agrupa los doce temas originalmente planteados por el Gobierno Nacional en cuatro preguntas temáticamente articuladas. Cada agrupación obedece a criterios jurídicos de unidad normativa, conexidad legal y coherencia institucional, respetando el principio constitucional de participación efectiva.
Pregunta 1: Jornada laboral, recargos y estabilidad
¿Está usted de acuerdo con que se garantice el derecho a una jornada laboral ordinaria máxima de ocho horas entre las 6:00 a. m. y las 6:00 p. m., el pago de recargo del 100% por trabajo en domingos y festivos, y que los contratos laborales a término indefinido sean la forma predominante de vinculación laboral en Colombia?
Esta pregunta agrupa de manera coherente tres derechos fundamentales de carácter estructural en el contrato laboral: (1) los límites de la jornada, (2) la retribución adicional en días de descanso obligatorio y (3) la estabilidad laboral. Estas temáticas se encuentran reguladas en el Código Sustantivo del Trabajo y han sido objeto de interpretación constitucional como componentes del trabajo digno y decente (art. 25 C.P.).
Incluye las preguntas originales: 1 (jornada), 2 (recargo dominical) y 11 (contrato indefinido).
Pregunta 2: Derechos laborales diferenciales y poblaciones vulnerables
¿Está usted de acuerdo con que se reconozcan y protejan derechos laborales específicos para trabajadoras domésticas, madres comunitarias, trabajadores informales, campesinos, personas con discapacidad, y se adopten medidas de equidad como licencias por razones menstruales incapacitantes?
Esta pregunta sintetiza un conjunto de medidas afirmativas orientadas a garantizar la equidad laboral y la inclusión de sectores históricamente marginados, conforme a los principios de igualdad sustancial (art. 13 C.P.) y protección especial a poblaciones vulnerables. Se trata de un enfoque de justicia laboral con perspectiva de género, territorialidad y condiciones particulares de salud.
Recoge las preguntas: 4 (licencia menstrual), 5 (inclusión de personas con discapacidad), 10 (formalización laboral informal), y 12 (bono pensional campesino).
Pregunta 3: Trabajo digno en el campo y apoyo a mipymes
¿Está usted de acuerdo con que se establezca un régimen laboral especial para trabajadores agrarios con garantía de salario justo y que se otorguen incentivos preferenciales a micro, pequeñas y medianas empresas productivas, especialmente asociativas?
Esta pregunta articula dos componentes esenciales del desarrollo productivo nacional con base en el principio de función social del trabajo (arts. 25 y 333 C.P.). Por un lado, la formalización de los derechos laborales en el sector rural; por otro, el estímulo legal a formas empresariales asociativas con capacidad de generar empleo digno. Esta relación ha sido reconocida por la Corte como parte de una política pública con contenido constitucional.
Recoge las preguntas: 3 (mipymes asociativas) y 8 (trabajo agrario).
Pregunta 4: Protección social y formalización de nuevas formas de trabajo
¿Está usted de acuerdo con que se reconozca la relación laboral y se garantice la protección social para los trabajadores de plataformas digitales, aprendices del SENA, y que se prohíban las formas de tercerización que violen derechos laborales?
Esta pregunta se enfoca en regular las nuevas modalidades de trabajo que han surgido con la economía digital y la flexibilización laboral. Con base en los principios de progresividad, universalidad de la seguridad social (art. 48 C.P.) y prohibición del retroceso, se plantea la necesidad de reconocer la subordinación laboral en contextos no tradicionales y evitar formas de intermediación que vulneran derechos.
Recoge las preguntas: 6 (aprendices del SENA), 7 (trabajadores de plataformas digitales) y 9 (tercerización prohibida).
Ventajas Jurídicas, Pedagógicas y Democráticas
Esta formulación de cuatro preguntas permite una consulta constitucionalmente sólida, viable legislativamente y pedagógicamente eficaz. Se facilita la deliberación ciudadana al organizar los temas en bloques comprensibles, coherentes y normativamente consistentes, respetando los principios de claridad, unidad temática y función normativa. Además, se reduce el riesgo de confusión electoral, se fortalece la participación y se habilita al Congreso para legislar con base en mandatos populares claros y precisos.
El objetivo estratégico: el mayor número de votantes
La meta que se proponga debe ser ambiciosa, pero alcanzable: movilizar cerca de 14 millones de ciudadanos votantes.
Incluso si no se alcanzara el umbral necesario para aprobar formalmente la consulta, una votación masiva sería una expresión electoral gigantesca de respaldo social a las reformas y a la democracia participativa.
Esta votación debe ser proyectada estratégicamente hacia:
- Fortalecer a quienes respaldan las reformas en las elecciones legislativas de marzo de 2026.
- Aislar políticamente a los sectores opositores que hoy bloquean los cambios en el Congreso.
- Configurar una fuerza ciudadana que influya directamente en las elecciones presidenciales de mayo de 2026, definiendo desde ahora un mandato popular claro por el cambio.
- Cada voto en esta consulta debe ser la semilla de una transformación política más profunda.
¡La transformación está en nuestras manos!
Una nota de Cristal de: José Gustavo Hernández Castaño, Magíster en Ciencias Políticas.
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