El Gobierno del presidente Gustavo Petro ha logrado una importante victoria política con la aprobación de la propuesta de reforma a las pensiones por parte de la plenaria del Senado. Este hito representa un impulso significativo para la administración, especialmente después del revés sufrido con el hundimiento de la reforma a la salud semanas antes y las protestas contra el mandatario el 21 de abril. Ahora, el proyecto avanza hacia la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes para su consideración final.
Según el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, esta reforma brindará la posibilidad de una vejez digna a cerca de tres millones de adultos mayores que actualmente carecen de ingresos suficientes. El proyecto se basa en tres pilares fundamentales: el solidario, semicontributivo y contributivo, este último dividido en un plan de Prima Media y otro de Ahorro Voluntario.
Uno de los aspectos más debatidos de la reforma es el sistema de pilares, que representa la principal transformación del sistema pensional propuesta por el Gobierno. La discusión se centra en el umbral para el ahorro y quién administrará esos fondos. Actualmente, los colombianos pueden elegir entre fondos públicos y privados para sus ahorros de pensión. Sin embargo, la reforma sugiere la obligatoriedad de cotizar en uno u otro sistema según los ingresos del trabajador.
Por ejemplo, aquellos con ingresos entre 1 y 2,3 salarios mínimos mensuales estarán obligados a cotizar en Colpensiones, mientras que quienes ganen más de 2,3 y hasta 25 salarios mínimos mensuales deberán hacerlo en fondos privados. Según la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, esta modificación es necesaria debido a la disparidad actual en la distribución de los fondos de pensiones, con un predominio del sector privado.
Otro aspecto destacado de la reforma es la creación del pilar semicontributivo, destinado a proporcionar un beneficio económico a quienes, a los 65 años, no hayan acumulado las semanas de cotización necesarias para una pensión vitalicia. Esta medida busca proteger a aquellos que han ahorrado pero cuyos fondos no son suficientes para garantizarles una vejez digna.
Además, la reforma incluye un pilar solidario que tiene como objetivo sacar de la pobreza extrema a millones de adultos mayores que no cuentan con una pensión. Se prevé la entrega de un bono mensual para garantizar condiciones mínimas de subsistencia.
En cuanto a las mujeres, se contempla el reconocimiento de 50 semanas de cotización por cada hijo nacido o adoptado, lo que facilitaría el acceso a la pensión en caso de no cumplir con los requisitos mínimos de semanas cotizadas.
En resumen, la reforma pensional en Colombia busca garantizar una vejez digna para todos los ciudadanos, introduciendo cambios significativos en el sistema actual. Esta ha generado debates y controversias, pero representa un paso importante hacia la construcción de un sistema más equitativo y sostenible para el futuro.
Notas De Cristal Para Una Generación En Construcción
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