La reciente declaración conjunta de más de 60 países en la Junta de Gobernadores de la OIEA, exigiendo a Irán que aclare las dudas sobre su programa nuclear, es un paso necesario y oportuno para preservar la paz y la seguridad internacionales. Irán ha incumplido repetidamente sus compromisos con el organismo internacional, ocultando información y material nuclear, y enriqueciendo uranio por encima de los límites establecidos por el acuerdo de 2015. Estas acciones ponen en riesgo la credibilidad del régimen de no proliferación nuclear y aumentan la tensión en una región ya convulsa.
Los países firmantes de la declaración, entre los que se encuentran Estados Unidos, Francia, Alemania y el Reino Unido, han demostrado su firmeza y unidad frente a las acciones de Irán Al mismo tiempo, han reiterado su apoyo y su disposición a reanudar las negociaciones con Irán para lograr una solución diplomática y duradera. Sin embargo, para que esto sea posible, Irán debe cooperar plenamente con la OIEA y cumplir con sus obligaciones legales.
La declaración conjunta es también un mensaje claro para otros actores regionales, como Israel y Arabia Saudí, que ven con preocupación las ambiciones nucleares de Irán. Estos países deben confiar en el multilateralismo y el diálogo como vías para resolver sus diferencias con Irán, y evitar acciones unilaterales que puedan escalar el conflicto. La estabilidad de Oriente Medio depende en gran medida de la contención del programa nuclear iraní y del respeto al derecho internacional.
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