Alfredo Saade ha denunciado un intento de envenenamiento contra el presidente Gustavo Petro. En una entrevista exclusiva con el periodista Hollman Morris, Saade compartió detalles alarmantes sobre la amenaza que se cernía sobre el mandatario colombiano.
Saade, conocido por su labor social y su cercanía con el gobierno, fue el primero en alertar al presidente sobre el peligro inminente. Según sus declaraciones, la amenaza no involucraba armas, sino un plan para envenenar a Petro. “A mí no me hablaron de un atentado con armas, sino de un intento de envenenamiento contra el presidente Petro,” afirmó Saade, subrayando la gravedad de la situación.
Saade relató cómo recibió la información en el Aeropuerto Internacional El Dorado de Bogotá, donde fue abordado por otros dirigentes religiosos que le advirtieron sobre el complot. La narrativa que se ha construido en torno al presidente, donde se le ha tildado de borracho y drogadicto, podría haber sido utilizada para justificar su muerte por envenenamiento, presentándola como una sobredosis.
Esta revelación añade una nueva dimensión al debate sobre la seguridad de los líderes políticos en Colombia, un país que ha vivido numerosos episodios de violencia política. Saade criticó a los medios de comunicación tradicionales por minimizar la gravedad de la amenaza, destacando la necesidad de tomar en serio estas denuncias para proteger la integridad del presidente y la estabilidad del país.
El presidente Petro ha denunciado repetidamente planes para asesinarlo, incluyendo un intento previo con un camión cargado de explosivos, información proporcionada por la DEA y la Embajada de Estados Unidos en Colombia. Sin embargo, estas denuncias han sido desestimadas por algunos sectores, lo que aumenta la preocupación sobre la seguridad del mandatario.
La situación actual subraya los riesgos que enfrentan los líderes políticos en Colombia y la importancia de garantizar su seguridad. La denuncia de Saade no solo pone de manifiesto la vulnerabilidad del presidente Petro, sino que también llama la atención sobre la necesidad de una mayor vigilancia y protección para los líderes políticos en el país.
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