Desaprender la Guerra: Reflexiones sobre la Agenda Mujer Colombia 2018 | Revista Juventud

La Agenda Mujer Colombia en su versión  2018 tuvo como tema central “Desaprender la Guerra”, con el objetivo de fomentar la reflexión y el diálogo sobre la importancia de abandonar los viejos paradigmas que promueven la violencia y la confrontación. Los trece subtemas, basados en frases transformadas de viejos adagios, abordaron diferentes aspectos del desaprendizaje de la guerra, incluyendo la imaginación, la cooperación, la mediación, la creatividad y el perdón. Estas ideas, expresadas de manera poética, nos invitan a reflexionar sobre la importancia de la solidaridad, la empatía y el diálogo para construir un mundo más pacífico y justo.

Claramente, cada uno de estos subtemas representa una oportunidad para repensar la guerra y sus consecuencias y, a la vez, para reflexionar sobre cómo podemos desaprenderla. Los subtemas de la Agenda Mujer Colombia 2018 “Desaprender la Guerra” son: 

1) “La imaginación es el aliento de todas las cosas”

2) “Quien no está conmigo también me habita”

 3) “La cooperación es la partera de la vida”

 4) “La mediación es el manjar de las diosas”

 5) “La letra con emoción entra”

6) “El pez grande necesita el pez chico”

7) “Dignifica los medios y enaltecerás los fines” 

8) “El perdón también es conmigo”

9) “En la crisis y en el amor la creatividad es la que vale”

10) “Quien besa primero besa dos veces”

11) “La participación es la madre de todo proceso”

12) “Dime cómo te llamas y honraré tu nombre”

13) “Tiende puentes y cosecharás horizontes”

Compartimos la reflexión del subtema número 2 “Quien no está conmigo también me habita” realizada por Martha Elena Hoyos:

Vivimos constantemente alimentados por una dinámica dual ante las personas, los procesos y las cosas. Experimentamos estas polaridades frente a la política, la espiritualidad, las relaciones, y la tendencia entonces es, a descalificar a quien “no piensa como yo”, mientras el ego se tensiona y se aleja de las posibilidades de flexibilizarse, de construir escenarios internos no duales que nos permitan una mirada superior ante las circunstancias y las elecciones de pensar.

La típica frase, “quien no está conmigo está contra mí”, nos ha inducido a practicar una intolerancia tal, que nos impide tomar distancia de nuestros propios planteamientos, y de la práctica de un pensamiento independiente y libre, construido desde las fuerzas de la autonomía.

Tomar entonces posición, no tiene por qué implicarnos el desconocimiento o el aniquilamiento de lo distinto, mucho menos cuando en lo diferente, también subsisten debilidades similares a las nuestras, manifestaciones que quizás tampoco hemos trabajado en nuestro interior. 

La dualidad y el fanatismo son caminos que inhiben nuestra consciencia, que nos estancan, que no le permiten a nuestra psique crecer, y es en este sentido que corresponde desaprender sus artificios. 

El llamado es a tener una actitud despierta ante los agentes externos que de manera constante manipulan las debilidades humanas de juzgar, envidiar, aniquilar y relegar al contrario, para seguir abonando el terreno de la guerra. 

La paz la construimos todos, deponiendo soberbias, mirándonos en los espejos de los demás, removiendo prejuicios, reconociendo nuestras luces y sombras para dar el salto a una mirada superior.