DEUS ET PATRIA – Simón González Garcés | Revista Juventud


Del latín que
significa “Dios y Patria” el tan recordado y famoso emblema de nuestra policía
nacional
, donde se destaca al servicio tanto a la nación como en primacía y
honor al señor, pero en contra de su blasón, sus recientes crisis y falta de confianza
desde sus integrantes hasta por el pueblo son sinónimo de “¿Dónde están Dios y
la patria
?”.


El cuerpo de policía en cualquier nación sirve para
resguardar de manera interna a un país en sus propios ámbitos, generando
confianza y seguridad de que por cada calle y rincón se puede caminar con plena
tranquilidad y sin preocupaciones
porque hay una gran “seguridad”.


En nuestra nación la policía nos
defiende y protege, resguarda de muchos malhechores y cosas de “mal” con
frecuencia más sin embargo valga en su redundancia, el hecho que me hace
entrever que esa misma confianza y sensación de seguridad tanto como ciudadano
del común como para los señores y señoras agentes del interior de la
institución, se siga sirviendo a rajatabla la protección y justicia general.


Se puede ver por ejemplo entre
los ciudadanos normales, un familiar jura que un policía le robó su teléfono
hace no mucho tiempo atrás; dícese que muchas veces hacen la vista gorda o
simplemente por no entrar en “problemas”, los sobornos o como le llaman “señor agente,
colabóreme, venga, arreglemos esto” donde sí, el ciudadano que infringe en
general la ética y la moral para que le vaya bien, pero usualmente el agente
acepta y bueno, ya son los dos los que actúan mal.


Del mismo modo el comportamiento a
veces o tan pasivo o tan agresivo, la demora en los tiempos de respuesta donde
he sido testigo hasta horas donde se tardan en aparecer, entonces, ¿Toca
invitar al ladrón a un tinto con pan como para no perder la amistad y esperar a
que llegue la ley?


Y de las cosas más tristes que
escuché, una vez que denunciaron un robo que nos pasó y aquél amable oficial
respondió: “ah sí, eso por ahí en el pueblo hay un ladrón” y… “El robo no
supera la cifra necesaria para una investigación”. Qué decepción.


Aun así yo respeto y estimo mucho
a nuestros guardias de la ley, conozco y reconozco que muchos de estos se
esfuerzan demasiado ante un sistema complejo y de que claro, no son culpables
de todos los males de seguridad en el país, así que no los estoy criticando,
solo es una apreciación de sucesos.


De igual manera veo la corrupción
de los oficiales, el General Palomino, la investigación de sus secuaces en la
“comunidad del anillo”, el abuso de poder de los comandantes, estos que
mantienen más protegidos y resguardados que el presidente, y los escándalos más
recientes que han sucedido, como ejemplo de esto el reciente ascenso a
Subintendentes donde se dice que muchos de los agentes tenían su amigo oficial
y su triquiñuela para ganarse el ascenso, ¿Cómo tendrán la moral los policías
honrados y dignos?


Lo único que puedo decir con
seguridad es que la institución está en un declive, una decadencia sin
precedentes, dónde muchos ya no sienten el orgullo de portar el uniforme verde
oliva y el nuevo azulito, con la bandera de su patria y la insignia de su rango
en este mismo, renunciando y dejando a la institución más derruida y liderada
por sucesos donde él mismo director general le da la espalda a sus compañeros de
más bajo rango.


Una nota de cristal de: Simón
González Garcés

Revista Juventud
Notas De Cristal Para Una Generación En Construcción. 

Revista Juventud, Notas De Cristal Para Una Generación En Construcción.
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