El ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y dos de sus hijos se enfrentan a un juicio civil por presunto fraude inmobiliario en Nueva York. Según la fiscalía, los Trump inflaron el valor de sus propiedades para obtener beneficios ilícitos, como préstamos bancarios y exenciones fiscales. El juicio, que comenzó el lunes, podría tener graves consecuencias para el futuro político y financiero de Trump, que aspira a volver a la Casa Blanca en 2024.
Trump ha calificado el proceso como una “farsa” y una “cacería de brujas” impulsada por sus enemigos políticos. Sin embargo, la fiscal Letitia James ha dicho que tiene pruebas contundentes de que los Trump violaron las leyes estatales y federales al engañar a inversores, prestamistas y autoridades. Entre las propiedades investigadas se encuentran la Trump Tower, y el Trump International Hotel and Tower Chicago.
El juicio civil no implica una pena de cárcel para los acusados, pero sí podría suponer la pérdida de licencias comerciales y la incautación de activos. Además, la fiscal busca una multa de 250 millones de dólares por daños y perjuicios. El juicio se suma a otros casos legales que enfrenta Trump, como el que lo acusa de incitar al asalto al Capitolio el 6 de enero o el que lo investiga por posibles delitos fiscales en Nueva York y Florida. Estos procesos podrían afectar negativamente a su imagen pública y a su capacidad para recaudar fondos para su campaña.
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