Como joven colombiano que apoyó a Gustavo Petro en su camino hacia la presidencia, he tenido la oportunidad de observar de cerca su evolución política. Aunque sigo creyendo en su visión para Colombia, no puedo evitar notar que el tono de su discurso no ha cambiado significativamente desde que asumió la presidencia.
Durante su campaña, Petro habló con pasión sobre la Colombia soñada, la Colombia ideal, la Colombia que él y muchos de nosotros imaginamos. Sus palabras resonaron conmigo y con muchos otros, especialmente aquellos de nosotros que formamos parte de la Colombia profunda, la que ha sido históricamente olvidada por el estado.
Sin embargo, ahora que Petro es presidente, esperaba ver un cambio en su discurso. En lugar de seguir hablando de la Colombia deseada, esperaba que sus palabras se centraran en las acciones y decisiones concretas que su gobierno está tomando para mejorar la situación del país. Pero en muchas ocasiones, sus discursos parecen más los de un candidato que los de un presidente.
En las marchas del primero (1) de marzo y en sus discursos en varias regiones del país, Petro a menudo se presenta como la víctima, el atacado. En mi opinión, este no es el papel que le corresponde como presidente. Deberían ser otras personas las que den el debate mediático por él.
El Gobierno del Cambio, como se autodenomina su administración, tiene la responsabilidad de dejar una huella indeleble en la historia del país. Para lograr esto, Petro necesita ajustar su enfoque. Ya no necesitamos más discursos basados en el ideario de Gustavo Petro, sino discursos pragmáticos de un presidente de la República.
Aunque apoyé a Petro y sigo creyendo en su visión, considero que es momento de que él, como presidente, se centre en gobernar. La Colombia soñada solo se convertirá en realidad a través de acciones concretas, no de palabras.
Por lo tanto, hago un llamado a nuestro presidente: es hora de que sus palabras reflejen las acciones de su gobierno. Es hora de que sus discursos dejen de ser los de un candidato y se conviertan en los de un presidente. Porque la Colombia que soñamos necesita más que palabras, necesita acciones.
Una nota de cristal de: Alejandro Nieto Loaiza, Administrador de Empresas en formación – Director Revista Juventud
Notas De Cristal Para Una Generación En Construcción
