Las ranas comunes europeas son unas de las especies de anfibios más conocidas y distribuidas en el continente, pero eso no significa que no tengan secretos. Un reciente estudio realizado por científicos alemanes ha revelado que las hembras de estas ranas han desarrollado unas asombrosas estrategias para evitar el acoso y la violencia de los machos durante la época de reproducción, que pueden llegar a poner en riesgo sus vidas.
Los investigadores Carolin Dittrich y Mark-Oliver Rödel, del Museo de Ciencias Naturales de Berlín, observaron el comportamiento de las ranas comunes en un estanque artificial en Alemania durante dos años. Allí documentaron cómo las hembras se enfrentaban a la presión de apareamiento de los machos, que podían formar aglomeraciones llamadas “bolas de apareamiento” que impedían a las hembras respirar y moverse. Ocasionándoles en varios casos la muerte.
Para escapar de esta situación, las hembras empleaban diversas tácticas, como la “rotación”, que consistía en girar su cuerpo para evitar el contacto con los genitales de los machos; las “llamadas de liberación”, que eran sonidos que indicaban a los machos que se habían equivocado al sujetarlas; y la más sorprendente, la “inmovilidad tónica” o fingir la muerte, donde las hembras se quedaban inmóviles hasta que los machos las soltaban, creyendo que estaban muertas. Esta ultima es la menos común y se ha observado más en otro tipo de animales.
Estas estrategias eran más frecuentes en las hembras de menor tamaño, que tenían más dificultades para liberarse del amplexus, el abrazo nupcial de los anfibios. Los autores del estudio señalan que estas conductas demuestran la capacidad de adaptación y aprendizaje de las ranas, así como la importancia de estudiar el comportamiento animal incluso en especies comunes y aparentemente simples. El estudio se publicó en la revista Royal Society Open Science.
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