Israel está cooperando con empresas de software espía, como la controvertida NSO Group, para rastrear a los rehenes retenidos por Hamás en la Franja de Gaza. El Gobierno israelí ha pedido a NSO Group y Candiru, ambas sancionadas por EE.UU., que actualicen sus capacidades de espionaje para satisfacer las necesidades de seguridad. Varias fuentes indican que estas empresas colaboran esencialmente de forma gratuita con el Gobierno israelí. Además, Israel ha estado discutiendo opciones de rescate de los rehenes con otros Gobiernos que ofrecieron recursos de inteligencia en caso de que fracasaran los esfuerzos diplomáticos con la mediación de Egipto y Catar.
Esta estrategia es arriesgada y poco ética por varias razones. En primer lugar, el uso del software Pegasus, creado por NSO Group, para hackear dispositivos móviles y realizar grabaciones encubiertas de comunicaciones, viola los derechos humanos y la privacidad de las personas. En 2021, se reveló que se usaba para rastrear a periodistas, activistas y críticos de Gobiernos en todo el mundo, lo que llevó a sanciones de EE.UU. contra NSO y Candiru. Estas sanciones limitarán la venta de esta tecnología. Sin embargo, Israel podría reconsiderar su enfoque hacia estas empresas en el futuro, lo que podría implicar una mayor inversión en ciberseguridad y tecnología ofensiva.
En segundo lugar, el uso del software espía para rastrear a los rehenes podría tener consecuencias impredecibles y peligrosas. Por un lado, podría provocar una escalada de violencia por parte de Hamás, que podría tomar represalias contra los rehenes o aumentar sus demandas para liberarlos. Por otro lado, podría generar una mayor desconfianza entre Israel y sus aliados, que podrían sentirse espiados o traicionados por el uso de esta tecnología sin su consentimiento o conocimiento.
En tercer lugar, el uso del software espía para rastrear a los rehenes podría socavar los esfuerzos diplomáticos para lograr una solución pacífica al conflicto. La mediación de Egipto y Catar podría verse afectada por la falta de transparencia y cooperación de Israel, que podría perder credibilidad y apoyo internacional. Además, el uso del software espía podría dificultar el diálogo entre las partes implicadas, al generar más tensión y desconfianza.
Por todo ello, Israel debería reconsiderar su estrategia de cooperar con empresas de software espía para rastrear a los rehenes retenidos por Hamás en la Franja de Gaza.
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