Un caso extraordinario de solidaridad y avance científico se ha dado en Siberia, Rusia, donde un gato llamado Balder ha recibido cuatro prótesis de titanio que le han permitido volver a caminar.
Balder fue encontrado congelado y al borde de la muerte por unos residentes locales, que lo llevaron a una clínica veterinaria. Allí se determinó que sus extremidades estaban tan dañadas por el frío que había que amputarlas para salvar su vida. Sin embargo, gracias a una campaña de recaudación de fondos, se logró costear una cirugía especializada en un centro veterinario de Novosibirsk, donde se le implantaron prótesis delanteras mediante tecnología 3D en julio, y posteriormente las traseras en septiembre.
Balder se convirtió así en uno de los pocos gatos en el mundo que reciben cuatro patas artificiales, un procedimiento que requiere una gran precisión y cuidado debido a la delicadeza de los huesos felinos. Tras su recuperación, Balder fue adoptado por una persona que ya tenía otro gato con implantes, y ahora puede disfrutar de una nueva vida.
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