En la actualidad muchos jóvenes
ignoran de manera intencional el valor y la trascendencia de la política. Son
los mismos de siempre los que opinan sobre la actividad política en el país. Viendo
aquello me pregunto, dónde están los jóvenes, ¿estamos perdiendo el interés por
asuntos importantes de nuestra nación? ¿Estamos perdiendo el interés por la
política?
El acto de político se ha
tergiversado a medida que comprendemos que la política no es perfecta; como
muchas de las esferas que hacen parte de la sociedad. Este panorama que desvela
corrupción, impotencia, y una profunda frustración ante problemas que se presentan
una y otra vez y siguen sin ser atendidos en la medida de su importancia, causa
que la acción política pierda su significado verdadero. Ante escándalos de
espionaje, ante proyectos de ley que parecen un disparo en la oscuridad más que
otra cosa, ante un congresista pedante que insulta el físico de la
vicepresidenta para señalar un problema que por años ha existido en Colombia,
etc.
Es curioso como se presentan
dilemas y conflictos tan variados. Algunos acontecimientos parecen chiste, y
otros parecen que formaran parte de un discurso que en un futuro será utilizado
para darle motivos a generaciones posteriores para intentar cambiar la manera
de hacer política. Y pienso que ahí radica parte del problema, en pensar que
muchos de los dilemas que ocurren actualmente en nuestro país, y que se podrán
resolver en un corto periodo de tiempo, y es la realización de que los cambios
no ocurren de la noche a la mañana lo que ha generado un malestar social que
hace que muchos jóvenes y adultos vean a la política como una cúpula enmarañada
hecha de corrupción y una esperanza a ciegas, y a su vez ven cualquier acción
para cambiarla como un acto que no tendrá la menor repercusión.
Tratar de despertar el Interés
hacia la actividad política, en aquellos que la encuentran frustrante y carente
de propósito, además del enriquecimiento de las élites, resulta en una labor
compleja, pues el interés colectivo se disipa y se pierde en la individualidad,
en el día a día. Pienso que una de las formas de revivir el interés mencionado,
es popularizar la importancia del tema en los medios que más influyen para los
jóvenes, las redes sociales y plataformas de consumo audio-visual. Es decir,
que el interés político pase a formar parte de la “sociedad del
espectáculo”, de la que hablaba Debord, donde todo lo que importa e
influye se encuentra en una pantalla.
La respuesta a la pregunta del
título es “si”. Se está perdiendo interés por asuntos que importan. Muchas
personas están perdiendo el interés por la política. Se están perdiendo esos
discursos futuros que tal vez serán necesarios para envalentonar a una
generación inconforme, pero es por aquellos y aquellas que aún encuentran en la
política una oportunidad para cambiar ese panorama que la posibilidad de un
cambio se siente genuina aun cuando pueda tomar varios años, incluso cuando sea
otro disparo en la oscuridad.
Bustamante
Revista Juventud
Notas De Cristal Para Una Generación En Construcción.