La Luna nos sigue sorprendiendo. El último hallazgo de la ISRO, la agencia espacial de la India, revela que la temperatura en el polo sur lunar varía mucho más de lo que se pensaba. Según los datos obtenidos por el instrumento ChaSTE, instalado en el módulo de aterrizaje Vikram de la misión Chandrayaan-3, la temperatura en la superficie lunar alcanza los 70 grados centígrados.
Una de las hipótesis que se sugieren para darle respuesta a este fenómeno es que se debe a que la Luna no tiene atmósfera ni campo magnético que protejan su superficie de las radiaciones solares. Esta condición supone un reto para la exploración del satélite natural.
La misión Chandrayaan-3 es un ejemplo de la capacidad de India para realizar investigaciones científicas de alto nivel y a bajo costo. Su objetivo es estudiar la composición mineral del suelo lunar, especialmente en el polo sur, donde se cree que hay agua congelada y otros recursos valiosos. La ISRO ha demostrado su capacidad para innovar y colaborar con otras agencias espaciales, como la NASA o la ESA.
El descubrimiento de las fluctuaciones de temperatura en la Luna es una contribución importante para el conocimiento de nuestro satélite natural. También es una oportunidad para reflexionar sobre el papel de la humanidad en el espacio y las implicaciones éticas, políticas y económicas que conlleva. La Luna podría llegar a permitir el desarrollo de la humanidad, más allá de nuestro planeta.
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