La reciente controversia entre el presidente Gustavo Petro y el comandante de las disidencias de las FARC, Iván Mordisco, ha generado un intenso debate en Colombia.
El presidente Gustavo Petro solicitó al Ejército Nacional la captura con vida de Iván Mordisco, comandante del Estado Mayor Central de las disidencias de las FARC. Esta solicitud se produjo tras la suspensión del cese al fuego en tres departamentos debido al asesinato de un líder indígena por el frente Dagoberto Ramos en Toribío, Cauca.
Iván Mordisco afirmó haber apoyado la campaña presidencial de Gustavo Petro, lo que generó críticas y controversia. Petro quiere que Mordisco comparezca ante la justicia para aclarar sus acusaciones. Además, Petro asegura haber cumplido con el acuerdo de paz desde su participación en el M-19.
El partido Centro Democrático denunció a Petro por las declaraciones de Mordisco y su presunto apoyo durante la campaña ante la Comisión de Acusaciones. La denuncia se centra en investigar el presunto constreñimiento a la población civil al sur del Cauca para votar por Petro durante la campaña presidencial de 2022, y por la financiación ilegal de la campaña.
En medio del intercambio de acusaciones, Gustavo Petro llamó a Iván Mordisco un “traqueto vestido de revolucionario” y de usar la revolución como una pantalla para llevar a cabo actos que van en contra de los diálogos de paz y el propósito del cese al fuego. A su vez, Mordisco acusó a Petro de traicionar sus principios.
Es fundamental que las autoridades investiguen a fondo las acusaciones y que los líderes políticos actúen con responsabilidad y transparencia. La paz y la seguridad de Colombia dependen de un enfoque objetivo y comprometido con la justicia.
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