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¿Cuándo tendremos las mujeres la libertad y total autonomía de decidir sobre nuestro cuerpo y sobre nuestros derechos sexuales y reproductivos?; La sentencia 355 del 2006 dictamina que el aborto solo podrá realizarse bajo casos excepcionales como por ejemplo que el embarazo sea producto de un abuso sexual o que el feto tenga malformaciones que hagan inviable su vida; sin embargo, la realidad va más allá; la penalización del aborto salva fetos no mujeres.
El asumir una postura rígida ante la legalización del aborto lo único que ha generado es que las mujeres más vulnerables, de escasos recursos, aquellas sin acceso a información, que viven en zonas rurales y como no muchas adolescentes cuyos cuerpos no están preparados para la maternidad asuman las consecuencias, desafortunadamente esto conduce en la mayoría de las oportunidades a que acudan a lugares clandestinos donde estas prácticas no son seguras poniendo en riesgo no solo su salud sino también su vida y en los casos más extremos en los que gana la desesperación estas prácticas sean realizadas por ellas mismas al ingerir venenos como la rata o utilizar lo que tengan a su alcance como ganchos de ropa o vidrios.
Y si, las mujeres deberíamos tener completa libertad de elegir sobre nuestros cuerpos y como no sobre la maternidad, esto es un asunto de equidad de género, el embarazo es un proceso biológico y por ende somos las mujeres quienes lo experimentamos. La educación sexual sigue siendo un tabú en Colombia, la mayoría de las mujeres no tienen acceso a educación sexual de calidad y a métodos anticonceptivos que sean 100% seguros, de igual forma no olvidemos que la familia colombiana se caracteriza por su carácter conservador y muchas mujeres viven sometidas en ambientes machistas en las cuales son obligadas a tener relaciones sin consentimiento.
El aborto va más allá de un capricho, uno de sus propósitos es terminar esa discriminación de género que Según el Comité de Naciones Unidas para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, la penalización de una práctica médica que solo necesitan las mujeres es una violación al derecho a la igualdad y a la no discriminación por sexo. Según lo mencionado anteriormente es lamentable que como mujeres tengamos que preocuparnos porque un procedimiento que podría hasta salvarnos la vida sea penal, cosa que los hombres no han vivido ni vivirán seguramente y claro no somos iguales, por ello es fundamental buscar la manera de obtener una igualdad de derechos que tome en cuenta las diferencias entre unas y otros.
Finalmente, considero que la legalización del aborto debe ser una realidad, en la cual la mujer tenga potestad sobre su cuerpo y su vida, siendo libre de elegir respecto su maternidad y donde derechos tan fundamentales como la dignidad, la autonomía reproductiva, la igualdad y el libre desarrollo de su personalidad dejen de ser vulnerados.
Una nota de cristal de : Valentina Pérez
Revista Juventud, Notas De Cristal Para Una Generación En Construcción.
