Un descubrimiento prometedor para el medio ambiente.
El plástico es uno de los materiales más utilizados y contaminantes del mundo. Cada año se producen más de 300 millones de toneladas de plástico, de las cuales solo el 9% se recicla. El resto termina en vertederos, ríos y océanos, donde tarda cientos de años en degradarse y afecta a la vida silvestre y la salud humana.
Sin embargo, un grupo de científicos de Sri Lanka ha encontrado una posible solución a este problema: unos hongos que pueden comer plástico. Se trata de unas especies de hongos que descomponen la madera dura, como el eucalipto o el roble, y que también son capaces de degradar polímeros como el polietileno, el material más común en las bolsas y envases plásticos.
Los investigadores de las universidades de Kelaniya y Peradeniya se inspiraron en la habilidad de los hongos para descomponer la lignina, un componente de la pared celular de las plantas que les da rigidez y resistencia. La lignina tiene una estructura química similar al plástico, por lo que los científicos se preguntaron si los hongos podrían atacar también este material.
Para probar su hipótesis, los científicos seleccionaron 21 especies de hongos que crecen en los bosques tropicales de Sri Lanka y los cultivaron en el laboratorio. Luego, les expusieron a diferentes tipos de plástico, como polietileno, polipropileno y policloruro de vinilo. Los resultados fueron sorprendentes: todos los hongos fueron capaces de descomponer el plástico, aunque con distintas velocidades y eficiencias.
El hongo más efectivo fue el Phlebiopsis flavidoalba, que logró reducir el peso del polietileno en un 17% en solo seis semanas. Los científicos observaron que este hongo produce unas enzimas que rompen las cadenas moleculares del plástico y lo convierten en sustancias más simples y biodegradables.
Este hallazgo podría abrir nuevas vías para el uso de hongos en el procesamiento de desechos plásticos, tanto a nivel industrial como doméstico. Los científicos esperan seguir investigando las propiedades de estos hongos y optimizar su aplicación para contribuir a la protección del medio ambiente.
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