La tecnología representa un importante impulsor para el progreso económico y social. Se anticipa que la próxima fase de la revolución industrial, enfocada en la digitalización, la inteligencia artificial y el internet de las cosas, generará un aumento en la productividad y en el bienestar de la población. No obstante, en ciertas naciones desarrolladas, incluida Rusia, se está observando una tendencia opuesta: se está registrando una disminución en la tasa de crecimiento macroeconómico de la productividad. ¿A qué se debe este fenómeno? ¿Qué factores explican esta relación inversamente proporcional entre la inversión en innovación y la productividad?
Acorde con un estudio llamada “Paradoja de la productividad en la dimensión regional” de los autores Dementiev y VE. La paradoja de la productividad se debe a un desajuste entre las capacidades tecnológicas y las necesidades reales de producción. Para ello, en el estudio se analiza el caso de Rusia y algunas regiones donde se da esta situación.
El texto aborda el problema de la paradoja de la productividad desde una perspectiva regional. Se identifica una divergencia entre las regiones rusas en cuanto a la dinámica de la productividad laboral. Algunas regiones muestran una fuerte disminución de la productividad a pesar del aumento de las innovaciones tecnológicas. Otras regiones mantienen o incrementan su productividad con un menor nivel de innovación.
Las regiones con la paradoja de productividad muestran un mayor crecimiento en los costos de innovación tecnológica en comparación con las otras regiones. Sin embargo, estos costos no se traducen en un aumento proporcional de la producción actual. Por el contrario, se desvían hacia actividades como la reconstrucción, la modernización y la investigación, que no tienen un impacto directo en la productividad.
Se concluye que la paradoja de la productividad en Rusia se debe al agotamiento de las reservas para mejorar tecnologías previamente dominadas y la falta de adaptación de las nuevas tecnologías a las necesidades reales de producción. Se sugiere que para superar esta situación, se requiere una mayor coordinación entre los agentes económicos, una mayor integración de las regiones en el mercado global y una mayor atención a los factores sociales y ambientales que influyen en la productividad.
La tecnología por sí sola no garantiza el aumento de la productividad. Se necesita una adecuación entre las capacidades tecnológicas y las demandas reales de producción, así como una consideración de los factores sociales y ambientales que afectan al desarrollo económico y social.
la tecnología no nos está haciendo más productivos porque no estamos sabiendo aprovecharla adecuadamente. Necesitamos una mayor planificación, cooperación e innovación social para lograr que la tecnología sea un aliado y no un obstáculo para el progreso.
Notas De Cristal Para Una Generación En Construcción
