Tesla enfrenta investigación por presuntas irregularidades en su sistema de asistencia

Tesla, la empresa de automóviles eléctricos liderada por Elon Musk, se enfrenta a una investigación de las autoridades de Estados Unidos por una supuesta configuración oculta que permite a los conductores usar sus sistemas de asistencia a la conducción sin la advertencia de mantener las manos en el volante. Según documentos de la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (Nhtsa, por sus siglas en inglés), esta agencia solicitó información a Tesla en julio y le dio un plazo hasta el 25 de agosto para responder, con multas diarias de hasta 26.315 dólares en caso de incumplimiento. Aún no se sabe si Tesla ha cumplido con la petición.

La Nhtsa descubrió que Tesla lanzó una configuración que permite a los conductores operar el vehículo sin aplicar fuerza al volante, lo que podría generar una falsa sensación de seguridad y provocar accidentes. Esta configuración, conocida como “modo Elon”, fue revelada en junio por un hacker en redes sociales, que mostró cómo activarla mediante un código secreto. Las autoridades exigen que los sistemas de ayuda a la conducción eviten que los conductores retiren las manos del volante para mantener su atención y evitar distracciones.

Este caso pone en evidencia la necesidad de regular y supervisar los avances tecnológicos en el sector automotriz, especialmente los relacionados con la conducción autónoma. Tesla ha sido pionera en este campo, pero también ha sido cuestionada por la seguridad y fiabilidad de sus sistemas, como el Autopilot y el Full-Self-Driving. Estos sistemas no son totalmente autónomos, sino que requieren la supervisión constante del conductor, que debe estar preparado para intervenir en cualquier momento. Sin embargo, algunos conductores han confiado demasiado en estas tecnologías y han cometido imprudencias al volante, como dormir, ver películas o dejar que sus mascotas conduzcan.

Tesla debe ser responsable y transparente con sus clientes y con las autoridades sobre las capacidades y limitaciones de sus sistemas de asistencia a la conducción. Asimismo, debe garantizar que estos sistemas cumplan con los estándares de seguridad y calidad exigidos por la ley. No se puede jugar con la vida de las personas ni poner en riesgo la seguridad vial por el afán de innovar o competir. La conducción autónoma es un gran desafío para el futuro, pero también una gran responsabilidad para el presente.

Notas De Cristal Para Una Generación En Construcción

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