El pasado lunes, la fiscalía de Ucrania
descubrió cuatro cámaras de tortura en Jersón, ciudad recuperada el 11 de
noviembre después de ser invadida por fuerzas rusas en febrero. Autoridades e
investigadores ucranianos visitaron estos cuatro edificios donde “detenían
ilegalmente a personas y las torturaron brutalmente” encontrando porras de
caucho, balas, bates de madera, lámparas incandescentes y máquinas utilizadas
para electrocutar civiles.
Por otra parte, Volodímir Zelenski ha pedido a
la Asamblea Parlamentaria de la OTAN que declaren a Rusia como un “país
terrorista” al acusarla de los bombardeos que nuevamente sufrieron las
instalaciones de la central nuclear de Zaporiyia, durante el pasado fin de
semana.
Todo esto luego de que se llevara a cabo la reunión
del G20 la semana pasada, donde la mayoría de gobernantes y presidentes de
bancos centrales votaron a favor de condenar a Rusia para que cubra con los
gastos de la guerra.
Notas De Cristal Para Una Generación En Construcción.