Muchos
pensadores y ahora muchos influenciadores han manifestado en diversas épocas
que el futuro del planeta está en una u otra región. Nosotros desde la
dirección de la Revista Juventud pensamos que Latinoamérica será el continente
del futuro dado que su población joven, que sí se educa con mejores niveles de calidad será protagonista de
tremendos campos de nuevas empresas basadas en Economía verde, economía
circular y ante todo desarrollo sostenible.
Veamos
algunos ejemplos de la región: En Costa Rica el país ha entrado a ser una
potencia en turismo de naturaleza basada en su biodiversidad y son los jóvenes
los protagonistas de trabajos como la Isla de las tortugas en donde trabajan
por preservar las especies de tortugas marítimas y generan esquemas de turismo
sostenible y responsable.
Toda
la ola de estudio, avistamiento y turismo basado en la observación de las aves
están encabezadas por jóvenes entusiastas que desarrollan censos, participan de
congresos y realizan los “Global big days” que son días para visualizar la
riqueza de aves de la región.
UNICEF
ha establecido alianzas con muchas organizaciones locales para empoderar a los
jóvenes en el trabajo ambiental y para enfrentar la crisis por el cambio
climático.
Naciones
Unidas también ha trabajado en la región para resaltar los trabajos de los
jóvenes y crea alianzas estratégicas locales por ejemplo en Colombia con el
ministerio de ambiente y el instituto Humboldt; en recientes encuentros la conclusión
de los jóvenes es: “más allá del problema también
somos la solución”.
Los carros del
futuro inmediato serán eléctricos y para esto el mineral deseado es el litio, y
América del sur tiene la fortaleza de poseer el triángulo del Litio en Bolivia,
Chile y Argentina que alberga por lo menos el 85% de las reservas mundiales.
Países de todo el Continente avanzan en establecer fábricas o ensambladoras de
carros eléctricos y son los ingenieros jóvenes los más diestros en todas estas
nuevas tecnologías.
México, Brasil y
Colombia están a la cabeza del número de carros eléctricos rodando por sus carreteras
y avanzan decididamente en la fabricación de los mismos.
En materia de
producción de energía solar, eólica e hidroeléctrica la región tiene todas las
bondades necesarias para ser potencia y las universidades avanzan en formar
ingenieros, tecnólogos y técnicos que sean los artífices de timonear el cambio
de matriz energética.
Latinoamérica es
aún un continente verde con extensos recursos naturales, mares, islas y costas,
selvas y bosques. La región tiene una gran riqueza biológica y ese es su gran potencial
unido a la población joven que crece más. Sí a esto unimos iniciativas de cero
matrícula y educación gratuita en muchos países del área, tendremos un
escenario positivo deseable. El balón está en la cancha de los jóvenes.
“En América Latina y el Caribe
la población de jóvenes es cercana a los 160 millones de personas y
en varios países de la región su proporción seguirá aumentando
significativamente en las próximas décadas” ha expresado el foro de la CEPAL
2030.
El futuro debe ser verde en
su visión y los campos de trabajo deben ser redefinidos para avanzar sin
destruir el medio ambiente.
En Alianza con Proyecto Roble
Notas De Cristal Para Una Generación En Construcción
Excelente publicación, los jóvenes son el presente y futuro