
La jueza Sandra Heredia condenó este viernes 1 de agosto al expresidente colombiano Álvaro Uribe Vélez a 12 años de prisión, tras hallarlo culpable de los delitos de fraude procesal y soborno en actuación penal. La medida es de aplicación inmediata y marca un punto de inflexión en la historia judicial y política del país.

La decisión se filtró horas antes de la audiencia pública convocada por la magistrada, aunque no está claro quién reveló anticipadamente el contenido del fallo. En medio de la expectativa nacional, Tomás Uribe, hijo del exmandatario, publicó en su cuenta de X (antes Twitter) una versión no confirmada del fallo, asegurando que la pena sería de 10 años de prisión y una sanción económica de $3.200 millones de pesos. Minutos después, eliminó la publicación.

La defensa de Uribe ya anunció que apelará la decisión, mientras sectores afines al expresidente han expresado su desacuerdo y denuncian una supuesta persecución política. El caso, que se remonta a más de una década atrás, ha sido considerado uno de los procesos más sensibles y mediáticos de los últimos tiempos en Colombia, tanto por la figura del acusado como por las implicaciones institucionales que representa.
Álvaro Uribe gobernó Colombia entre 2002 y 2010, y tuvo una influencia determinante en los gobiernos de Juan Manuel Santos y de Iván Duque. La condena de hoy lo convierte en el primer expresidente del país en recibir una pena judicial de este tipo por hechos ocurridos durante y después de su mandato.
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