Chiquita Brands International, conocida anteriormente como United Fruit Company, ha sido declarada culpable por un tribunal de Estados Unidos de financiar a las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), un grupo paramilitar, con una suma de 1,7 millones de dólares entre 1997 y 2004. La empresa, que tiene una larga historia en Colombia, fue fundada en 1870 y ha estado involucrada en varios episodios significativos en la historia del país.
El caso, que se extendió por un litigio de 17 años, comenzó con demandas civiles interpuestas por nueve víctimas en 2007. Chiquita Brands admitió los pagos en ese año, argumentando que se realizaron bajo presión y extorsión para proteger a sus empleados, una afirmación que las autoridades no pudieron verificar.
La justicia estadounidense, después de seis semanas de juicio, encontró que los pagos de la multinacional fueron utilizados para cometer crímenes de guerra. Como resultado, Chiquita Brands está obligada a pagar 38,3 millones de dólares en indemnización a las víctimas.
Este fallo ha generado un debate sobre la eficacia de la justicia colombiana en comparación con la estadounidense, especialmente en casos que involucran a grandes corporaciones y crímenes de lesa humanidad. El presidente Gustavo Petro cuestionó por qué la justicia colombiana no pudo llegar a una conclusión similar y llamó a reflexionar sobre el sistema judicial del país.
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