En un mundo cada vez más digitalizado, las redes neuronales y la inteligencia artificial han irrumpido en nuestras vidas de maneras inimaginables. Un estudio reciente, llevado a cabo por un equipo internacional de científicos de Suiza e Italia, ha arrojado luz sobre un aspecto intrigante: la capacidad persuasiva de las redes neuronales, especialmente el chatbot GPT-4, en comparación con la de los seres humanos.
El experimento involucró a 820 voluntarios que participaron en más de 200 debates sobre temas sensibles como la desigualdad de género, racial y la situación geopolítica. Los debates se llevaron a cabo tanto entre los voluntarios como con el chatbot GPT-4.
Los resultados fueron sorprendentes. Se observó que GPT-4 superó significativamente a los humanos en términos de efectividad persuasiva. Incluso sin acceso a datos personales sobre los interlocutores, el chatbot demostró una mayor capacidad para influir en las conversaciones. Sin embargo, cuando se le proporcionaron datos personales, su poder persuasivo se incrementó aún más, superando a los humanos en un 81,7%.
La introducción de datos personales, como género, edad, raza, educación, situación laboral y creencias políticas, permitió a GPT-4 utilizar esta información de manera más efectiva. Esto plantea preocupaciones sobre el potencial uso de chatbots para campañas de desinformación a gran escala, ya que podrían aprovecharse de información personal para manipular a los usuarios.
Los investigadores advierten sobre la necesidad de tomar medidas para contrarrestar la propagación de la persuasión impulsada por las redes neuronales en plataformas en línea y redes sociales. Este llamado sugiere la importancia de implementar medidas que aborden esta creciente amenaza y protejan a los usuarios de la manipulación persuasiva impulsada por la inteligencia artificial.
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