El presidente Gustavo Petro no viajó a Popayán para participar en el consejo de seguridad convocado tras el violento ataque perpetrado por las disidencias de las Farc en la estación de Policía del municipio de Morales, Cauca, que resultó en la muerte de cuatro personas.
La ausencia del mandatario generó una ola de comentarios negativos en redes sociales, donde muchos cuestionaron su decisión de no acudir personalmente a supervisar la respuesta del gobierno a la crisis.
Según informó la Presidencia, el primer mandatario tiene programada una visita a Popayán el viernes 24 de mayo, como parte de las jornadas del “Gobierno Con El Pueblo”. Durante estas jornadas, Petro despachará por dos días desde el territorio caucano. En un mensaje publicado en sus redes sociales, el presidente afirmó: “La ofensiva contra el EMC en el Cauca es total”, aunque su ausencia en la reunión clave para tomar medidas inmediatas ha sido objeto de críticas.
Mientras tanto, la situación de orden público en el Cauca está siendo atendida por un equipo de alto nivel que incluye a la vicepresidenta Francia Márquez, el ministro del Interior Luis Fernando Velasco, el ministro de Defensa Iván Velásquez, el comandante General de las Fuerzas Militares general Helder Giraldo, y el director de la Policía General William Salamanca.
Este equipo se encuentra en Popayán para evaluar y coordinar las acciones necesarias frente a la ofensiva de las disidencias.El ataque en Morales dejó un saldo de dos patrulleros de la Policía muertos, Jaime Andrés Calderón y Diego David López, además de dos civiles que se encontraban presos en el establecimiento. Este evento ha intensificado la preocupación por la seguridad en la región y ha puesto en evidencia los desafíos que enfrenta el gobierno en su lucha contra los grupos armados ilegales.
La ausencia de Petro en el consejo de seguridad ha sido notable, especialmente después de que en redes sociales el mandatario había repetido la frase “La ofensiva contra el EMC en el Cauca debe ser total. Son asesinos del pueblo y traficantes. Si el presidente tiene que ir, el presidente irá”. Sin embargo, a pesar de estas palabras, su presencia física en el territorio afectado se ha hecho esperar.
La situación en el Cauca se ha deteriorado significativamente en los últimos dos meses. El 20 de marzo, el gobierno suspendió el cese al fuego bilateral con el Estado Mayor Central (EMC) de las disidencias de las Farc, lo que ha provocado una escalada de violencia en la región.
En un comunicado reciente, las disidencias han expresado su deseo de que se restablezca el cese al fuego, pero continúan realizando ataques violentos como forma de presión.Un ejemplo adicional de la violencia en la región ocurrió el 17 de mayo, cuando la explosión de un artefacto en Miranda, Cauca, resultó en la muerte de un menor de 12 años y dejó a dos adultos en estado crítico. En un audio interceptado a miembros del frente Dagoberto Ramos de las disidencias, se escucha cómo celebraban el éxito del ataque, evidenciando la brutalidad y la falta de humanidad de estos grupos.
La violencia no se ha limitado solo al Cauca. En Jamundí, Valle del Cauca, una moto bomba detonada frente a un hospedaje de oficiales dejó heridos a dos miembros de la fuerza pública. La alcaldía de Jamundí informó que la explosión ocurrió cerca del hotel donde se hospedan los nuevos policías asignados para reforzar la seguridad del municipio. Las fuerzas especiales actuaron de inmediato, identificando a los dos policías heridos con lesiones leves.
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