
Una alerta de inteligencia obligó a modificar la ruta del avión presidencial que transportaba al presidente Gustavo Petro, quien regresaba de una cumbre internacional en Sevilla, España. La aeronave fue redirigida al aeropuerto internacional Matecaña en Pereira tras detectarse un posible intento de ataque con misiles.
La Casa Militar recibió información sobre un seguimiento satelital desde las Islas Canarias que indicaba un riesgo elevado si el avión aterrizaba en Bogotá. Ante esta amenaza, se activaron protocolos especiales de seguridad que incluyeron el despliegue de aeronaves militares y refuerzos en los esquemas de protección presidencial.
El exalcalde de Medellín, Daniel Quintero, afirmó públicamente que hay un plan criminal internacional para asesinar al presidente Petro, en el que podrían estar involucradas organizaciones nacionales y extranjeras. Esta amenaza frustrada en Pereira habría sido parte de ese plan, el cual también incluiría otros hechos recientes, como el atentado al senador Miguel Uribe Turbay.
El Gobierno ha reiterado que la seguridad del jefe de Estado es una prioridad nacional. Se han implementado nuevas capacidades operativas y medidas de inteligencia para proteger al presidente en todos sus desplazamientos. El mandatario ha denunciado previamente intentos de magnicidio, incluyendo el hallazgo de misiles antitanque cerca de la Casa de Nariño y vínculos entre amenazas recientes y redes de narcotráfico.
Desde las altas esferas del Gobierno y la Casa Militar se mantienen en alerta y aseguran que cualquier acción contra la institucionalidad será enfrentada con contundencia.
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