La segunda oportunidad

El pasado domingo 7 de agosto, más que la transmisión de mando de un presidente a otro, lo que se dio fue el paso a la justicia social, donde el gran anfitrión fue el pueblo colombiano.

Se siente vísperas y aires de cambio, de oportunidades, de dignidad, de vida, pero sobre todo de esperanza. Una esperanza que se viene construyendo desde hace muchos años y que hoy se empieza a hacer realidad gracias a la lucha de muchas generaciones y de la convicción profunda de esta generación que decidió que el país debía ir por nuevos caminos.

Caminos que lo conduzcan a la justicia social y la prosperidad, caminos que resalten los que nunca fueron resaltados, los marginados y las comunidades históricamente olvidadas por estado.

Llego el momento de que esa Colombia profunda renazca del olvido, que muestre su grandeza y todo lo que tiene para aportarle al país, el momento de sentirnos orgullosos de nuestras raíces, nuestras costumbres y nuestra gente.

Queremos un país que sea reconocido más por su riqueza, biodiversidad, su cultura, sus paisajes y la lucha de su pueblo que por la violencia y el narcotráfico; Un país en el que no sea peligroso ser líder social, afro, indígena o pertenecer a la comunidad LGTBIQ+, uno en la que no nos maten por tener opiniones diferentes a la de los que nos gobiernan.

Se construirá el cambio con la convicción de que la educación debe ser la base fundamental para que una sociedad sea más democrática, participativa y justa, donde proteger el medio ambiente y todo tipo de vida sea una prioridad y no una opción.

Hoy los jóvenes de Colombia que entre otras cosas le apostamos al cambio, reclamamos más participación democrática, que seamos tenidos en cuenta en las discusiones nacionales y de esa manera incidir en la toma de, decisiones que nos afectan de una u otra manera, estaremos vigilantes y haciendo Veeduría a todas las decisiones que quiera tomar el gobierno, que aunque lo elegimos porque representa el cambio, eso no quiere decir que nos convertiremos su comité de aplausos.

Este nuevo gobierno inicia con una hoja en blando y añoramos profundamente que la sepa escribir de la mejor manera y conduzca a Colombia al cambio que tanto necesita.

Por Alejandro Nieto Loaiza

#HacerQueBuenasCosasPasen