Reivindicación de la inconformidad, Por Mateo Galindo.

Hoy recordamos esa reyerta de independencia que se llevó a cabo el 20 de julio de 1810, e incluso me atrevería a decir que vemos con ojos similares a los de nuestros antepasados, pues hoy en día estamos, al igual que ellos, ante unos aires de cambio para la población colombiana. La lucha y el aguante en contra de un partido que proclamaba ser dueño y señor de esta tierra ha visto una interrupción en la continuidad de su poder.


Lastimosamente, también veo con ironía el día de hoy. Lo veo con una vil ironía, pues hace tan solo unos días, una presunta red de corrupción formada por funcionarios de la contraloría y miembros del partido conservador le robaron 500 mil millones de pesos a la paz. Mientras que hace 212 años estábamos creando un nuevo orden para construir dicha paz.

Hoy leemos con horror los más de 2.000 testimonios de víctimas del conflicto armado que proveyó el informe de la comisión de la verdad, en los que se incluyen actos como el reclutamiento forzado, la desaparición forzada, y el secuestro. Mientras que hace 212 años estábamos llevando a cabo la liberación de los esclavos.

El gobierno que se va deja muchas cosas peores de lo que las encontró, algunos ejemplos son: El porcentaje de desempleo del 13,1%, una inflación del 9,07%, y una pobreza extrema del 12,2%. Estas son cifras de un mandato decadente que está haciendo ver a Colombia como un barco a punto de hundirse, uno del que hay que escapar, pues como dice el dicho, “cuando el barco se hunde, las ratas toman sus contratos vitalicios y son las primeras en irse”.

Así como ha venido luchando el pueblo colombiano por sus derechos, y de algún modo por su propia identidad. Hoy en día es necesaria una reivindicación de la inconformidad utilizando el cambio político como instrumento para cumplir dicho objetivo, más no basándose en el rumbo político del país para fundamentar dicha inconformidad. Pues en Colombia hay un contraste importante de cómo se vive, y este es el núcleo principal de la inconformidad. El ejemplo más palpable lo tenemos en las propias calles, en las casas sólidas de algunos, y en las casas que parecen de paja; y en algunos casos lo son, de otros. En las fisuras de las calles, en el cambio de ambiente que se percibe de sur a norte o de norte a sur. En los rostros que suben sin aliento a los buses, y los que nunca vemos. Aquel contraste es consecuencia en gran medida de un mal gobierno, y una falta de inconformidad más profunda. 

Maquiavelo dijo: “Hay tanta diferencia entre cómo se vive y como se debería de vivir, que aquel que deja lo que hace, por lo que debería de hacer, marcha hacia su ruina” Con esta frase Maquiavelo reafirma la necesidad de cambio y de cuando parar o continuar lo que hacemos por un interés conjunto. Apelando al mal común de la sociedad, a las condiciones en las que nos vemos envueltos, y como solo velamos por unos cuantos, llegando al punto de haber confiado en alguien que hoy en día se está llevando todo lo puede de este país, el mismo país que le financió sus viajes privados, su alfombra roja y demás caprichos. 

Esta columna está escrita con la intención de que, al igual que nuestros antepasados, lucharon por una independencia y nos preestablecimos paulatinamente frente a los problemas económicos, y geopolíticos que esta misma trajo. Continuemos en pie de lucha más críticos, más inconformes. Incluso hacia los que nosotros mismos escogimos, pues los cuatro años que se vienen son una continuación de lo que oficialmente se logró en 1810, y de lo que se lleva luchando desde mucho antes.


  
 Por: Mateo Alejandro Galindo Bustamante

Revista Juventud, Notas De Cristal Para Una Generación En Construcción.
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