Para abordar esta columna, me gustaría definir qué es la inflación o IPC (Índice de Precios al Consumidor). Una definición sencilla es la pérdida del valor del dinero en el tiempo, lo que se traduce como el aumento del precio final de un bien de consumo. Existen varios tipos de inflación, para efectos prácticos hablaremos de la inflación moderada (un dígito en la cifra), galopante (dos o tres dígitos en la tasa) e hiperinflación (mayor a cuatro dígitos). Estos dígitos a los que hago referencia son en un término de un año.
El gobierno ha sido constantemente cuestionado por decisiones que ha tomado y que han repercutido de manera negativa, según los detractores, en la economía del país. El 9 de enero, salió a la luz la cifra de inflación anualizada. Según el DANE, esta tuvo una reducción del 3,84% respecto al 2022, ubicándose así en un 9,28%. Cabe destacar que estuvo inclusive por debajo de las predicciones del Banco de la República (9,5%), y es la cifra más baja que se ha presentado desde mayo del 2022. Sin embargo, es importante hacerse unas preguntas que nos ayuden a analizar de manera metódica la cifra de la inflación: ¿Cuáles son los sectores con mayor y menor variación en la tasa? ¿Es una buena tasa respecto a otros países? Y, por último, ¿Es beneficiosa la tasa de inflación mencionada con anterioridad?
El gobierno, a través de políticas y acuerdos, logró la reducción de la inflación. Una de las variaciones positivas fue en alimentos, con una reducción significativa. En 2022, fue del 27,81%, mientras que para el año 2023, alcanzó el 5%. Esta disminución fue principalmente impulsada por el IPP (Índices de Precios al Productor), que experimentó una reducción del 5,79% con respecto al 2022.
Por otro parte, otros sectores también tuvieron importantes variaciones en 2023. El transporte registró un aumento del 15,42%, los restaurantes un 13,22%, y las bebidas alcohólicas y tabacos un 11,95%. Estos tres sectores fueron los que tuvieron la mayor variación durante el 2023. El aumento en el transporte se debió al incremento en el precio de la gasolina. Según el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, de no haber sido necesario ajustar el precio de la gasolina, la tasa de inflación hubiera sido alrededor del 7% ya que el transporte se ve inmiscuido en toda la cadena de abastecimiento de la mayoría de los productos y servicios, por lo que al aumentar en precio esto se trasladaba a los costos y para seguir obteniendo la rentabilidad había que aumentarle el precio final.
Además, al contrarrestar la cifra de inflación con el aumento en el salario mínimo (12,07%), se puede deducir que habrá un aumento en el poder adquisitivo. Esto tendrá como consecuencia positiva el incremento en el consumo de los colombianos, lo que podría impulsar el crecimiento del PIB.
Para responder la siguiente pregunta, debemos mirar la situación inflacionaria de otros países de la región, ya que nos compararemos con estos, cada uno de los países de Latinoamérica cuenta con condiciones especificas que afectan o benefician la tasa de inflación. Por ejemplo, Argentina y Venezuela son los dos países con la inflación mas alta de la región con un 211,4% y 189,8% respectivamente. Otros países tuvieron una tasa de inflación muy inferior a la nuestra, como es el caso de Chile con un 3,9%, Brasil con un 3,7% y Ecuador con un 1,4%. Colombia es el tercer país con la inflación más alta de la región. Cabe destacar que hay situaciones especificas que impulsaron la inflación en el país, como la subida en el precio de la gasolina; esta repercute en el precio final de la mayoría de los bienes de consumo. Además, durante la pandemia el banco de la república impuso unas tasas de intereses muy baja lo que conllevo a que la oferta monetaria del país aumentará y no se ha podido recuperar de esto.
Es por esto que el banco de la república aumento sus tasas alrededor de un 13%, como una medida en la política monetaria para reducir la inflación. Por eso hoy muchos economistas como José Ocampo (ex ministro de hacienda) o Andrés Jaramillo (economista y asesor financiero de Eqqual Planeación Financiera Sostenible) piden que comiencen a reducirlas, ya que esta golpeando a la economía del país.
Por último, la tasa de inflación que fue presentada es beneficiosa si la analizamos desde los siguientes factores: hubo una disminución superior al 20% en el sector de alimentos respecto al 2022. Por otra parte, la inflación afectó en menor medida a las clases menos favorecidas, por lo que no hubo un incremento en la desigualdad inflacionaria. Además, la desindexación de muchos productos del aumento del salario mínimo conlleva a que no aumente el precio final del bien de consumo. Esto tendrá como consecuencia que la inflación siga disminuyendo, con lo que se puede cerrar un 2024 muy cerca de la meta inflacionaria proyectada por el Banco de la República.
En conclusión, Colombia cuenta con una situación inflacionaria bastante compleja, dado que hay muchos sectores que se encuentran por encima de la tasa en la que cerró el 2023, como lo es el transporte, restaurantes y otros. Por otra parte, hay sectores de la economía que son favorables como el de alimentos, comunicación y tecnología, entre otros. Además, hemos comparado la tasa de inflación con la de los otros países de Latinoamérica, lo que nos lleva a inferir que somos el tercer país de Latinoamérica con la inflación más alta, pero que a partir de medidas como la desindexación del incremento del salario mínimo al precio final de los bienes de consumo podemos seguir disminuyendo en la tasa, siendo un factor equilibrante y así mitigando el impacto de la inflación.
A pesar de las controversias, la tasa de inflación presentada ofrece beneficios considerables, como la disminución de la desigualdad inflacionaria y la posibilidad de cerrar el año 2024 cerca de la meta inflacionaria proyectada por el Banco de la República. Estos aspectos alientan un optimismo cauteloso hacia el futuro económico de Colombia, destacando la importancia de la continua vigilancia y adaptabilidad de las políticas para enfrentar los desafíos que puedan surgir.
Una Nota De Cristal De: Leonardo Gutiérrez, Administrador de empresas en formación.
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Excelente publicación!