El exjefe de inteligencia militar venezolano Hugo Carvajal se declaró “no culpable” por los cargos de narcotráfico y narcoterrorismo que le fueron imputados en una corte de Nueva York, un día después de su extradición desde España. Carvajal, quien fue uno de los principales alfiles del fallecido presidente Hugo Chávez y luego se distanció del régimen de Nicolás Maduro, es acusado por Estados Unidos de formar parte del cartel de Los Soles, una supuesta red de narcotráfico que involucra a altos funcionarios venezolanos y la Fuerza Armada Nacional de Venezuela.
El narcoterrorismo es la cooperación y alianza estratégica entre mafias del narcotráfico y grupos armados extremistas o insurgentes, que usan la violencia para intimidar a la población y a las autoridades, y para financiar sus actividades ilícitas. El narcoterrorismo es una amenaza para la seguridad, la democracia y el desarrollo de los países afectados por este fenómeno.
Carvajal rompió con el régimen de Nicolás Maduro en 2019 y reconoció a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela. Desde entonces, se refugió en España, donde fue detenido.
Al declararse “no culpable”, Carvajal desafía las pruebas que dice tener la fiscalía estadounidense y se expone a una posible cadena perpetua si es encontrado culpable. Su caso podría revelar información clave sobre las actividades ilícitas del gobierno venezolano y sus vínculos con el terrorismo y el crimen organizado.
Además, podría tener implicaciones diplomáticas entre Estados Unidos, España y Venezuela, que reclama la devolución de Carvajal por considerarlo un “prisionero político”. Por estas razones, el juicio a Carvajal es un acontecimiento que merece ser seguido con atención por la opinión pública nacional e internacional.
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