Fracasa el aterrizaje lunar de la misión japonesa Resilience

La nave logró descender desde una órbita de 100 kilómetros. Sin la capacidad de frenar a tiempo, se habría estrellado contra el terreno lunar.

La noche del 5 de junio de 2025 pasará a la historia como otro capítulo doloroso en la carrera espacial japonesa. La misión lunar Resilience, desarrollada por la empresa privada nipona Ispace, fracasó durante su etapa final de alunizaje, marcando el segundo intento fallido consecutivo de esta compañía en su objetivo de llevar tecnología y exploración humana al satélite natural de la Tierra.

Aunque la nave logró descender desde una órbita de 100 kilómetros, la comunicación se perdió a pocos metros del suelo lunar, y los datos posteriores sugieren un “aterrizaje forzoso” q ue terminó en colisión. Con este hecho, Japón tropieza nuevamente en su intento de insertarse entre las grandes potencias que ya han conquistado la Luna.

A las 21:13 horas (hora peninsular japonesa) del jueves 5 de junio, el equipo de ingenieros de Ispace, desde el centro de control en Nihonbashi, Tokio, envió la secuencia de comandos para iniciar el descenso de la sonda Resilience. Esta maniobra debía reducir la altitud desde 100 km hasta un contacto suave con la superficie lunar, en una zona llamada Mare Frigoris (Mar del Frío), al norte del satélite.

El descenso inicial se desarrolló con aparente normalidad. La nave logró frenar utilizando sus motores, y su posición era casi vertical. Sin embargo, a unos 200 metros de altitud se perdió la telemetría (los datos de navegación y posición). Luego de varios minutos sin contacto, la compañía concluyó que la misión había fracasado. La nave, sin la capacidad de frenar a tiempo, se habría estrellado contra el terreno lunar.

La causa probable: el láser que no midió bien

El fallo técnico identificado por Ispace parece estar en el sistema de altímetro láser, un dispositivo clave que mide la distancia entre el módulo y la superficie. Al recibir datos con retraso, la nave no pudo ajustar su velocidad de descenso, y eso provocó un impacto no controlado.

“Se asume que el módulo probablemente realizó un aterrizaje forzoso”, confirmó la empresa en un comunicado. El CEO de Ispace, Takeshi Hakamada, aseguró que se iniciará un análisis detallado de los datos recopilados para comprender el origen exacto del problema y evitar que se repita.

¿Qué llevaba la nave?

A bordo de Resilience viajaban elementos que hacen que este fracaso duela aún más. Entre ellos:

  • Tenacious, un pequeño vehículo de exploración lunar desarrollado por la filial europea de Ispace, financiado en parte por el programa espacial de Luxemburgo. De haber llegado con éxito, habría sido el primer rover europeo en pisar la Luna.
  • Un experimento para extraer oxígeno e hidrógeno del hielo lunar, orientado a futuras bases lunares.
  • Un microproyecto de cultivo de algas, explorando opciones alimentarias para astronautas.
  • Una “Moonhouse” roja, instalación artística ideada por el sueco Mikael Genberg para representar la presencia humana en nuevos entornos.

El valor estimado de estas cargas superaba los 14 millones de euros.

Este es el segundo intento fallido de Ispace. En 2023, su primera misión lunar también falló al perder contacto en la fase final de descenso, en ese caso por un fallo en el software de navegación. Pese a estos tropiezos, la empresa japonesa no se rinde. Cuenta con el respaldo del gobierno japonés y con importantes contratos en puerta:

  • Un convenio con la NASA para transportar hasta 100 kg de carga científica a la Luna por más de 50 millones de euros.
  • Un contrato con la Agencia Espacial Europea (ESA) para una misión de exploración en los polos lunares.
  • La misión Hakuto-R 3, prevista para 2027, incluirá un módulo de aterrizaje más grande y robusto (Apex 1.0) y desplegará satélites de comunicación lunar.

Impacto económico y reputacional

El anuncio del fallo provocó una caída inmediata en la Bolsa de Tokio: las acciones de Ispace perdieron un 29 % en las horas posteriores al comunicado. Sin embargo, la empresa insiste en que su estructura financiera es sólida y que seguirán apostando por el desarrollo de tecnología lunar, confiando en que el aprendizaje de estos errores fortalecerá sus próximas misiones.

La comunidad científica, aunque crítica, reconoce la complejidad técnica de una misión de alunizaje. Hasta ahora, solo cinco países han conseguido realizarlo con éxito: EE. UU., Rusia (URSS), China, India y Japón. Sin embargo, este último lo logró solamente a través de su agencia espacial estatal, JAXA, no mediante empresas privadas como Ispace.

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