“EL SUICIDIO” Identificando y afrontando un perfil suicida, Marlene Restrepo

El suicidio ha sido catalogado como el tipo de muerte no natural, cuyo número de víctimas ha venido en aumento en poblaciones de diversas edades en todo el mundo. Es así como la O.M.S. (Organización mundial de la salud), posee en sus registros la comisión de un suicidio cada cuarenta segundos. Esmerados estudios se han llevado a cabo para tratar de explicarse el fenómeno y de paso, reducir las tan alarmantes cifras. Dentro de los hallazgos, se han podido identificar algunas razones y motivaciones para estas conductas, pero lo que no se ha logrado es conocer las verdaderas causas que tiene una persona, en cada caso particular, para quitarse la vida. Después de la ocurrencia del hecho, comienzan las investigaciones alrededor de la víctima, sus familiares, amigos y allegados, lo mismo que su entorno vecinal y laboral, para, a la hora de emitir un concepto sobre los móviles de tal suceso, divagan las especulaciones. El misterio predomina. Quedan cabos por atar. Tal vez ni en la mente del suicida estaba claro el contenido y alcance de sus inconformidades. De lo que puede inferirse que no existe un patrón suicida inequívoco que permita claramente distinguir un suicida de alguien que nunca lo sería.

Con frecuencia, las personas con ideación suicida presentan algunas señales que no debemos pasar por alto. Cambian de hábitos que antes consideraban importantes, dejan de concurrir a lugares donde solían sentirse muy a gusto, su estado anímico se torna triste, sus pensamientos suelen ser negativos, el comportamiento no es propositivo, no disfruta de nada, se aleja de sus grandes amigos, no comparte con parientes, puede verse irritado y preferir estar aislado.  Algunas veces, los sujetos informan de lo desgastante que les resulta vivir, de la poca motivación que tienen para llevar sus rutinas diarias adelante, de la falta de sentido que tienen sus vidas y hasta pueden llegar a abandonar sus puestos de trabajo, su carrera o sus estudios. No tienen proyectos con ellos mismos ni en el corto, mediano, ni largo plazo. Usualmente, el apetito se ve reducido, su apariencia personal no muestra el esmero que lo caracterizaba antes, como a ese sujeto que le importaba estar bien presentado. En otras palabras, no es el mismo. Puede suceder que dejen notas escritas o que expresen su deseo de morirse a través de dibujos. 

Se requiere prestar mucha atención a la persona en cuestión, si ha experimentado recientemente un duelo que le resulte difícil superar, la pérdida de un ser querido insustituible para él, la ruptura de una relación afectiva muy importante, un fracaso académico o una crisis financiera muy significativa para él. Estos factores de riesgo no actúan solos, pues los rasgos de personalidad suelen estar a la base de tan fatales decisiones.

En estas instancias es fácil identificar a una persona que, posiblemente, quiera acabar con su vida. Por tal razón, no hay que desestimar las condiciones que ahora ostenta esta persona, y entre más quiera alejarse de su núcleo familiar y social, más hay que tener cuidado con ella. No se trata de ser invasivos, se trata de ser comprensivos y hacerle entender que él no está solo, que la vida, en medio de las circunstancias negativas que saben sorprender, siempre tiene sucesos más allá de lo que hasta ahora ha experimentado, cosas extraordinarias de las que, a lo mejor, nadie le ha hablado y tampoco él ha descubierto. Que la experiencia de estar en la vida no es una cuestión de resultados, sino de medios, de maneras de ser, de sentir y de apreciar el entorno, sus congéneres y las oportunidades que siempre estarán para valorarlas y disfrutarlas.

Como también puede suceder que la decisión sea súbita, igual que la acción, en cuyo caso, no hubo lugar a evidenciar las modificaciones de hábitos y sentimientos; fue una conducta impulsiva, lo que obligaría a observar los antecedentes; es decir, si hubo previamente pérdidas afectivas, algún trastorno de base, dificultades importantes, peligros, enemistades o amenazas que sobrevinieron a su vida. Ahí podría encontrarse el riesgo, que, sumado a sus rasgos de personalidad, desencadenaron la tragedia. En estos casos, no es que no haya habido cambios, es que los familiares o allegados al individuo no advirtieron indicios muy sutiles que presentó. De esto es responsable la comunicación deficiente que se maneja muy habitualmente en las familias y en la sociedad. La comunicación es a la vida como la savia a las plantas; es a través de ella que se transmiten la confianza, los valores morales, los lazos fraternos, la percepción de arraigo y más que eso, el amor.

Una definición muy interesante sobre el amor, informa que “amar es dar a otro la posibilidad de que se realice y sea libre”. Entonces, posibilitar la realización y la libertad a otro, no debe entenderse como el otorgamiento de una gran riqueza material, solo de una fortuna, la de ayudarlo a sentirse bien con él mismo y eso no cuesta nada. Sobre todo, si caemos en cuenta de que más personas afortunadas en el mundo generalizan más amor y más fortuna. Percibirse amado es determinante para afianzarse en la vida, más allá de adaptarse. Exáltese entonces el amor como el factor protector más importante para prevenir el suicidio.

Y esto tiene especial confirmación, cuando encontramos que las personas más felices son aquellas que no están centradas en sí mismas; son las que desempeñan roles importantes en la sociedad, en tanto se ocupan en ser útiles a sus semejantes, de aprender a conocer las mayores dificultades ajenas y prepararse para contribuir a resolverlas. Caso contrario ocurre cuando las personas viven pendientes solo de sus necesidades y caprichos, estas personas no solo no son felices; tampoco saben que no lo son, ni mucho menos, que la felicidad existe.

La historia de la humanidad ha dado cuenta de seres con un extraordinario potencial de amor, que han ofrendado sus vidas y aun su libertad en pro de los derechos de sus conciudadanos. Tal es el caso del Líder sudafricano Nelson Mandela (Q.E.P.D.), a quien ni un presidio injusto durante largos veintisiete años logró atrapar sus sueños de libertad, ni lo sometió al rencor. Cuando fue notificado del cese de su cautiverio, desplegó de nuevo sus alas en pos de sus sueños altruistas, con la liviandad de quien no tiene sobre sí el peso enconado del resentimiento.

La humanidad precisa de cimentar sus valores éticos y morales en todos y cada uno de sus pensamientos, en todos y cada uno de sus sentimientos, en todas y cada una de sus actuaciones. Todos dependemos de todos, estamos hechos de los mismos, sentimos lo mismo y así mismo, nos necesitamos.

 

 

Una nota de: Marlene Restrepo CuervoPsicóloga, Universidad Nacional de Colombia. Estudios avanzados en psicología forense, Universidad de Buenos Aires, Argentina, Estudios complementarios en perfilación criminal y detección de mentiras.

 

 
 
Revista Juventud, Notas De Cristal Para Una Generación En Construcción.
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15 thoughts on ““EL SUICIDIO” Identificando y afrontando un perfil suicida, Marlene Restrepo

  1. Me parece perfecto este artículo, digno de compartir con todas las personas que conocemos, no sabemos a quién podemos estarle salvando la vida, quizá más cerca de lo que creemos. Saludos desde Buenos Aires Argentina

  2. Muy interesante artículo y con mucha aplicación en tiempos de crisis o para brindar apoyo y prevención en quién evidenciemos pueda presentar señales de riesgo.
    Saludos desde Bogotá Colombia.

  3. Muy beneficioso y útil pues puede servirle a muchas personas a cuidar a sus seres queridos y tomar en cuenta sus aptitudes sigan contribuyendo Dios los bendiga desde Bogotá Olga

  4. Super bien artículo es muy bue no o concientizar las personas que antes de tomar una decisión de esas hay soluciones que te pueden ayudar a cambiar tus problemas o tu vida
    Te escribo desde Bogotá Colombia

  5. Es Importante que en los colegios implemente estás charlas para orientar a los niños,y adolescentes que pueden estar padeciendo de maltratos físicos y psicológicos,el cual se deprimen por no tener confianza en alguien para contar sus problemas.

  6. Muy interesante el artículo.
    Es muy importante la educación, la información, la difusión, de esta y otras conductas. Que detectadas a tiempo salvan vidas.
    Sembrar semillas de conocimiento y de consciencia, es importante para hacer del mundo, un lugar mejor.
    Gracias Marlene! Un saludo desde España!

  7. Gracias Gracias Gracias. Es muy interesante, importante y pertinente en estos tiempos de crisis en general, ninguna persona esta exenta en un momento de crisis tener algun pensamiento que lo invite a tener estos pensamientos, por eso debemos alimentar el alma con estos articulos de personas dedicadas al analisis e; investigación de estos comportamientos para que podamos reflexionar y concordar que el AMOR, es la maxima solución. Bogotá Colombia.

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