En la actualidad, resulta preocupante el creciente desinterés de muchos jóvenes estudiantes por la política y las luchas sociales en Colombia. A diferencia de momentos históricos en los que reconocían a los jóvenes como agentes de cambio y transformación social, hoy en día parece que esta generación muestra una marcada desconexión con los asuntos que impactan a su sociedad. Este fenómeno plantea interrogantes sobre el papel que desempeñarán los jóvenes en la construcción del futuro de Colombia y cómo puede superarse esta apatía política.
Diversas razones pueden atribuirse al desinterés de los jóvenes por la política y las luchas sociales. En primer lugar, existe una creciente falta de confianza en las instituciones políticas debido a casos de corrupción y falta de transparencia. Esta percepción socava la fe de los jóvenes en el sistema político y los aleja de participar activamente. Además, la influencia de los medios de comunicación y las redes sociales ha llevado a una superficialidad en el discurso político, lo que puede resultar desmotivante para los jóvenes que buscan un compromiso más profundo y significativo.
La corrupción y la falta de transparencia en el sistema político han creado una brecha entre la ciudadanía y las instituciones, lo que ha llevado a una desconfianza generalizada en el sistema político y en la capacidad de los políticos para abordar los problemas de manera efectiva. Los jóvenes, al presenciar estos actos de corrupción, se sienten desilusionados y alejados de un sistema que perciben como disfuncional y ajeno a sus necesidades e intereses.
Además, la influencia de los medios de comunicación y las redes sociales también ha contribuido al desinterés de los jóvenes por la política. En la era de la información instantánea y la sobreexposición mediática, el discurso político a menudo se ve reducido a titulares sensacionalistas y debates polarizados. Esta superficialidad en el tratamiento de los asuntos políticos puede desmotivar a los jóvenes que buscan un compromiso más profundo y una comprensión integral de los problemas que afectan a la sociedad.
Otro aspecto a considerar es el impacto de la crisis social y económica que ha afectado a Colombia en los últimos años. Los jóvenes han sido testigos de la desigualdad, la pobreza, la violencia y la falta de oportunidades en sus comunidades. En este contexto, pueden sentir que la política no ofrece soluciones concretas a estos problemas y optan por buscar alternativas fuera del ámbito político tradicional.
La importancia de la participación política:
Es fundamental resaltar los beneficios de la participación política activa y cómo puede influir en la sociedad. A lo largo de la historia, hemos presenciado el poder transformador de los jóvenes comprometidos con la política y las luchas sociales. Desde movimientos estudiantiles que han logrado cambios significativos hasta líderes jóvenes que han llegado a puestos de alto nivel, su participación ha moldeado el rumbo de los países. Los jóvenes deben comprender que su participación no se limita únicamente a las elecciones, sino que también implica involucrarse en movimientos sociales y generar un debate constructivo para impulsar cambios.
La participación política permite a los jóvenes tener una voz en las decisiones que afectan su vida y su entorno. A través de la política, pueden abordar temas que les preocupan, como la educación, el empleo, la igualdad de género, la justicia social y el medio ambiente. Además, la participación política fomenta el sentido de pertenencia y la construcción de identidad cívica en los jóvenes, promoviendo una mayor cohesión social.
La necesidad de educación política:
La educación política es un componente esencial para fomentar el interés de los jóvenes en la política y las luchas sociales. Los programas escolares y universitarios deberían incluir una educación política sólida que promueva el pensamiento crítico y la conciencia cívica desde temprana edad. Al comprender los fundamentos políticos y sociales, los jóvenes estarán mejor equipados para tomar decisiones informadas y ser agentes de cambio.
La educación política puede ayudar a los jóvenes a desarrollar habilidades de análisis, argumentación y negociación, fortaleciendo su capacidad para participar activamente en debates y procesos políticos. Además, la educación política puede ayudar a desmitificar el sistema político y empoderar a los jóvenes para que participen de manera significativa en la toma de decisiones que afectan a su comunidad y país.
Romper barreras y construir puentes:
Es crucial establecer canales efectivos de comunicación y participación entre los jóvenes y las instituciones políticas. Los líderes políticos deben escuchar atentamente las demandas y preocupaciones de los jóvenes, y crear espacios de diálogo y colaboración. Además, es importante fomentar la representación y participación de los jóvenes en los órganos de toma de decisiones a nivel local, regional y nacional.
Asimismo, los jóvenes deben ser alentados a involucrarse activamente, ya sea a través de grupos estudiantiles, organizaciones juveniles o iniciativas comunitarias. Se les debe brindar apoyo y recursos para que puedan desarrollar y ejecutar proyectos que aborden los desafíos y problemáticas de su entorno.
Al construir puentes entre los jóvenes y las instituciones políticas, se promueve un sentido de pertenencia y se les permite tener un impacto real en la toma de decisiones. Además, esta conexión entre los jóvenes y la política puede ayudar a generar confianza, restablecer la fe en las instituciones y construir una sociedad más inclusiva y participativa.
La apatía política de los jóvenes estudiantes en Colombia es un desafío que requiere atención inmediata. La participación activa en la política y las luchas sociales es fundamental para construir un futuro mejor y más justo. Es responsabilidad de todos, incluyendo a los jóvenes, educadores, líderes políticos y la sociedad en general, fomentar un ambiente propicio para que los jóvenes se involucren, sean escuchados y tengan un impacto real en la toma de decisiones.
La educación política desempeña un papel fundamental en la formación de ciudadanos comprometidos y conscientes de sus derechos y responsabilidades. Asimismo, es esencial romper las barreras existentes y construir puentes de comunicación y colaboración entre los jóvenes y las instituciones políticas. Esto implica escuchar sus voces, permitir su participación activa y brindarles oportunidades para desarrollar proyectos y soluciones que aborden los desafíos de la sociedad.
Es fundamental que los jóvenes aprendamos a defender nuestras ideas y opiniones, sin importar si son políticamente correctas o no. Perder el miedo a la crítica y al rechazo es parte fundamental de nuestro crecimiento como personas y como ciudadanos comprometidos. Muchas veces, el temor a la desaprobación social nos limita y nos impide expresar nuestros puntos de vista de manera abierta y honesta. Sin embargo, es importante recordar que la diversidad de opiniones es fundamental para el desarrollo de una sociedad plural y democrática. Debemos superar el miedo al juicio y al rechazo, y tener el valor de alzar la voz, ya que nuestras opiniones pueden generar cambios significativos y contribuir a la construcción de un mejor futuro para todos.
Solo a través de una participación política comprometida y consciente podremos lograr cambios significativos y construir una sociedad más equitativa, inclusiva y democrática. Los jóvenes son la fuerza impulsora del cambio y su apatía política no puede ser ignorada. Es fundamental cultivar su interés, empoderarlos y asegurar que sus voces sean escuchadas y valoradas en la construcción de un futuro mejor para Colombia.
Una nota de cristal de: Alejandro Nieto Loaiza
Notas De Cristal Para Una Generación En Construcción
