El senador del Centro Democrático Ciro Ramírez está siendo investigado por la Corte Suprema de Justicia por su presunta participación en una red de corrupción liderada por el excongresista liberal Mario Castaño, condenado a más de 15 años de prisión. Según la Corte, Ramírez habría intervenido indebidamente en el direccionamiento de 13 contratos públicos para obras civiles e interventoría en los departamentos de Quindío y Tolima, que suman cerca de 20.000 millones de pesos. A cambio, habría recibido un pago de 1.000 millones de pesos, que se habría repartido con Pierre Eugenio García Jacquier, subdirector del Departamento de Prosperidad Social en el periodo del exmandatario Iván Duque. Los delitos por los que se le acusa son concierto para delinquir agravado, tráfico de influencias, cohecho propio y contrato sin cumplimiento de requisitos legales.
Además de este proceso, hay que recordar que el señor Ciro Ramírez también enfrenta una demanda del Partido Liberal ante el Consejo de Estado para anular la elección que le dio la curul a la Cámara de Representantes en el 2014, que se encuentra archivada. Según el demandante, Ramírez habría incurrido en doble militancia al inscribirse como candidato por el Centro Democrático después de haber sido elegido como representante por el Partido Conservador en el 2010. El senador ha negado esta acusación y ha dicho que se trata de una persecución política.
Otro hecho interesante son las personas alrededor de Ciro Ramírez que se beneficiaron con contratos, como su hermano, José Julián Ramírez Cortés, que tuvo tres contratos en 2018 y uno en 2019 por $447.202.293 con entidades públicas, antes y después de darle dinero a Ciro para su campaña al Senado en 2018. Según la investigación periodística de Cuestión Pública, estos contratos se habrían obtenido gracias a la influencia política del senador y su padre, Ciro Ramírez Pinzón, quien fue condenado por sus vínculos con grupos paramilitares.
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