Las verdaderas razones detrás de las acusaciones de Trump contra Petro

Julián Gallo, Senador de la República (Partido Comunes)
Julián Gallo, Senador de la República (Partido Comunes)

El presidente Donald Trump sabe perfectamente que está mintiendo cuando acusa al presidente Gustavo Petro de estar vinculado con el narcotráfico. No es un error ni un exceso de lenguaje: es una maniobra política premeditada, una pieza más de la vieja estrategia de injerencia que Estados Unidos ha ejercido sobre América Latina.

Durante décadas, la llamada política antidrogas ha sido utilizada como instrumento de presión y control, legitimando intervenciones, bloqueos económicos y la subordinación de gobiernos soberanos. No es la primera vez que intentan deslegitimar a un proyecto político independiente con falsas acusaciones; es la fórmula más recurrente del poder imperial cuando un país decide pensar y actuar por sí mismo.

Un gobierno soberano que incomoda

Lo que en realidad molesta a Trump y a ciertos sectores del poder estadounidense no es la lucha antidrogas ni la moral pública, sino que hoy Colombia tiene un gobierno que no se arrodilla. Un gobierno que ha fijado una posición digna y soberana frente al genocidio en Gaza, defendiendo el derecho internacional y los derechos humanos sin doble discurso.

Un gobierno que ha decidido mantener una relación autónoma con el pueblo hermano de Venezuela, priorizando el diálogo y la integración sobre la confrontación. Y un gobierno que impulsa una política de inclusión social y justicia económica, ajena a las imposiciones de los organismos financieros que históricamente han condicionado el rumbo del país.

Esa independencia incomoda. Lo que no toleran es que Colombia ejerza su soberanía, que asuma una voz propia y defienda una visión de desarrollo centrada en su gente y no en los intereses del norte.

Entre la calumnia y la soberanía

Las declaraciones de Trump no buscan la verdad: buscan golpear el proceso de cambio que encarna el gobierno del presidente Petro. Pretenden sembrar dudas, reavivar prejuicios y debilitar a un proyecto político que ha puesto en el centro la vida, la paz y la dignidad nacional.
La historia latinoamericana está llena de ejemplos similares: cuando un país decide romper la dependencia, el poder imperial responde con acusaciones, sanciones o desinformación. Pero Colombia ya no es la de antes. Su pueblo ha despertado y reconoce el valor de la independencia y la verdad.

La defensa de la vida y la soberanía

Ante esta nueva ofensiva, la respuesta debe ser unidad, conciencia y movilización. No se trata solo de defender a un gobierno, sino de defender la dignidad de un país que ha decidido actuar en libertad. Por eso, convocamos a la gran concentración por la defensa de la vida y la soberanía de Colombia, el próximo viernes 24 de octubre a las 4:00 p.m. en la Plaza de Bolívar. Porque la paz, la independencia y la justicia social no se conquistan con miedo, sino con la fuerza del pueblo que sabe quién es y hacia dónde va.

Una nota de Cristal de: Julián Gallo, Senador de la República (Partido Comunes)

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