Si bien es cierto, un buen congreso no puede medirse únicamente por la cantidad de leyes aprobadas, a la hora del balance esto cuenta. También debemos tener en cuenta el control político, el interactuar con el electorado y recibir sus opiniones a través de las audiencias públicas, incluso la gestión honesta en favor de las regiones.
Igual se entiende el papel de la oposición; lo principal controvertir con argumentos las propuestas del gobierno, sin embargo, en el afán de salir adelante en sus propósitos, han caído bajo en el uso de triquiñuelas y artimañas para impedir el funcionamiento del Congreso.
Este periodo la oposición se ha encargado de hacer solo trampas para romper el quórum, obstaculizar votaciones y levantar la plenaria, impedimentos sin razón para demorar el inicio de las discusiones y ahora recusaciones llevando a las comisiones de ética a perder, literalmente el tiempo. Ya no hacen audiencias públicas, ahora llevan grupos de provocación a las barras, llegando incluso a agredir físicamente a congresistas para no hablar de la agresión verbal con todo tipo de insultos.
Leyes importantes para el país como las reformas sociales: salud, educación, pensional y proyectos para la jurisdicción agraria se ponen en riesgo de ser hundidos sin siquiera dar el debate.
La reforma a salud se hundió después de un largo camino de jugaditas para no lograr la votación. La ley estatutaria de educación tuvo un trámite normal en la Cámara y se encontró en Senado con una comisión llena de sorpresas para no sesionar y así no debatirla. La pensional esta lista para último debate en la plenaria de Cámara a poco tiempo de terminar la legislatura y ahora, a través de un comunicado, el partido de oposición, Centro Democrático anuncia una acción popular para suspender el trámite en el congreso de dichas reformas.
El Golpe Blando.
Era de esperarse y se entiende el trabajo de las elites colombianas para obstruir la administración del gobierno del cambio. Lo insólito, son las formas tramposas a las que han recurrido. Y es que, aunque muchos digan lo contrario, no es descabellado afirmar el desarrollo de un golpe blando en Colombia.
Se podría decir que todo empezó con una investigación ante el Consejo Nacional Electoral, un Fiscal erigido como jefe de la oposición, decisiones judiciales en contra de los proyectos y de las fuerzas políticas del gobierno y se extendió hasta campañas de desinformación y ataques en medios de comunicación, hasta la dilatación y atraso de la agenda legislativa, sin medir el daño que le hacen a la gente. La verdad todo empezó con la firma del Acuerdo Final de Paz con las extintas FARC-EP, que abrió el camino al triunfo electoral de Petro.
De todo lo anterior, algo está claro, pervertir la práctica política de legislar y luego reclamar porque no avanzan las leyes es síntoma de la paranoia sufrida por la derecha al no lograr su objetivo de desprestigiar al gobierno y terminarlo anticipadamente. Ese es su sueño. Sus artimañas y pretensiones van más allá de hacer oposición contra el gobierno, quieren tumbarlo y trabajan para hacerlo, eso es un golpe de Estado.
Mientras tanto nosotros seguimos decididamente trabajando en beneficio de las mayorías. Juan y Juana Pueblo deben sentir el gobierno como suyo, defensor y garante de sus derechos, es lo importante, es la base de la continuidad del proceso, con varios gobiernos de izquierda más allá de los nombres. Solo la derecha sueña con reelecciones.
Una nota de cristal de: Luis Alberto Albán, Representante a la Cámara por el Valle del Cauca – Partido Cumunes
Notas De Cristal Para Una Generación En Construcción
