La noticia de que Estados Unidos, China y otros países están avanzando rápidamente en el desarrollo de drones con inteligencia artificial capaces de matar por sí solos, ha generado una gran preocupación en el ámbito internacional.
Según un reportaje del diario The New York Times, varias naciones han pedido a la ONU que establezca normas legales para regular el uso de estas armas, que plantean serios desafíos éticos y de seguridad.
Sin embargo, parece que los esfuerzos por limitar esta tecnología están condenados al fracaso, ya que los países que la desarrollan se oponen a cualquier restricción significativa.
China propone definir criterios legales muy estrictos pero de poca utilidad práctica, mientras que Estados Unidos prefiere que la ONU adopte directrices no vinculantes. Además, el Pentágono ha solicitado una partida presupuestaria de 1.800 millones de dólares para inteligencia artificial en el año fiscal 2024, alegando que es vital para mejorar su capacidad de combate y obtener ventajas informativas afines a la inteligencia artificial.
Esta situación es alarmante, ya que implica sistematizar máquinas e información con el fin de decidir quién vive y quién muere. Los drones con inteligencia artificial podrían actuar ejecutando sus ataques sin rendir cuentas. Esto supone una grave violación del derecho internacional humanitario, que exige que las acciones militares sean proporcionadas, necesarias.
los drones con inteligencia artificial podrían provocar una escalada armamentística y una carrera por el dominio tecnológico, lo que generaría más inestabilidad y conflicto en el mundo.
Ante este panorama, es urgente que la comunidad internacional actúe para prevenir el desarrollo y el uso de drones con inteligencia artificial con capacidad letal autónoma. La ONU debe adoptar un tratado legalmente vinculante que prohíba estas armas y establezca mecanismos de verificación y sanción. Los países que las desarrollan deben asumir su responsabilidad moral y legal. Los científicos y las empresas que las crean deben respetar los principios éticos y los derechos humanos y abstenerse de colaborar con fines militares.
Los ciudadanos y la sociedad civil deben exigir a sus gobiernos que se comprometan con la paz y la seguridad global y que no permitan que las máquinas decidan sobre la vida y la muerte.
Notas De Cristal Para Una Generación En Construcción
