UN GOBIERNO DE TRANSICIÓN

Vamos para dos meses desde que el gobierno de Gustavo Petro llegó a la casa de Nariño. La expectativa que genera su mandato ha puesto a toda la sociedad en una actitud panóptica que pasa desde cualquier ciudadano de a pie, hasta los medios de comunicación alternativos y hegemónicos, sobre todo en estos últimos.

Lo cierto es que los cuatro años de este mandato en el gobierno no serán para nada fáciles. El estado actual de lo público lleva consigo los efectos de anteriores periodos de gobierno, en cuyos intereses no estaba del todo introducido el desarrollo integral del país. Por un lado, tenemos una deuda externa de más del 28% del PIB, según cifras del último informe trimestral del banco de la república. Estos números son alarmantes, pues gran parte del prepuesto nacional se destina a pagar esta gran deuda, y los grandes problemas que han generado enormes traumatismos en la sociedad colombiana, como la distribución de la tierra, la inversión social y la redistribución de la riqueza, se queda con un grado de prioridad menor.

Ahora bien, ¿Qué significa que un país esté tan endeudado? Lo que significa es que lastimosamente el periodo de descolonización de los países en América latina ha sido un fracaso. Si bien era necesario adquirir un capital para poner en marcha toda la maquinaria estatal naciente, con el pasar de los años la inversión, que generaba deuda, no se veía reflejada en el desarrollo social de las comunidades de nuestro país. Lo que quiere decir que aún falta mucho para que el marco fiscal del país se libere y poco a poco se vaya adquiriendo una real independencia y sostenibilidad en el tiempo. 

A Gustavo Petro le va a tocar afrontar este gran reto, recaudar vía tributación para disminuir el índice de deuda y hacer magia para que esos 22 billones que pretende recaudar con su reforma tributaria se vean reflejados en las reformas que planteó durante su proceso de candidatura. 

Otro de los grandes retos que tiene este gobierno es el tema energético, aspecto transversal a varios sectores de la sociedad. El gran tema de fondo es él ¿Cómo hará el actual presidente para llegar a dicha transición energética si solo son cuatro años de gobierno? 

Ya de entrada, sin mayor detalle, se acepta que el gobierno de Petro es un gobierno de transición, por ser el primer gobierno de izquierda que llega al poder, sin embargo, más allá de la orilla política desde donde se enuncia, no es mentira que gran parte de las reformas que propone proyectan como mínimo dos periodos de gobierno, contando este, para su ejecución y sobre todo, para poder entrar a realizar una evaluación de los resultados y, finalmente, de la pertinencia. 

Aún no sabemos el derrotero de lo que le espera a Colombia, de la palabra a la acción hay un camino largo. Y todavía nos esperan grandes retos como sociedad para transformar la dinámica del orden de cosas que se ha reproducido en nuestro país y que tiene como saldo una guerra de más de 60 años. 

 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Una nota de cristal de:
Sebastián Jiménez Montoya 
Revista Juventud, Notas De Cristal Para Una Generación En Construcción.
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