El mundo se enfrenta a una crisis sin precedentes de desplazamiento forzado, según el último informe del ACNUR, la agencia de la ONU para los refugiados. Más de 114 millones de personas han tenido que abandonar sus hogares a causa de la guerra, la persecución, la violencia y las violaciones de los derechos humanos en lo que va de 2023, superando el récord anterior de 2022. Esta cifra equivale a que una de cada 70 personas en el planeta sea un desplazado forzado.
Entre las principales causas de desplazamiento se encuentran la guerra en Ucrania, que ha provocado más de 2 millones de desplazados internos y más de 1 millón de refugiados en países vecinos; los conflictos armados en Sudán, la República Democrática del Congo y Myanmar, que han generado millones de refugiados y desplazados internos; y los efectos del cambio climático, como las sequías, las inundaciones y la inseguridad alimentaria, que han obligado a millones de personas a huir de sus hogares en Somalia, Afganistán y Siria.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi, ha hecho un llamamiento urgente a la comunidad internacional para que aborde las causas de los conflictos y facilite el retorno voluntario y seguro de los desplazados a sus lugares de origen. Asimismo, ha destacado la solidaridad y la generosidad de los países de ingresos bajos y medianos, que acogen al 75% de los refugiados y personas que necesitan protección internacional. Estos países se enfrentan a enormes desafíos para garantizar los derechos y el bienestar de los desplazados.
El informe del ACNUR se presenta antes del segundo Foro Global de Refugiados, que se celebrará en Ginebra en diciembre, y donde se discutirán soluciones duraderas para esta creciente crisis de desplazamiento. Entre las prioridades del foro se encuentran el aumento del reasentamiento y las vías legales para los refugiados, el fortalecimiento del apoyo a los países anfitriones, el fomento de la inclusión y la participación de los desplazados en las sociedades que los acogen, y el impulso a la cooperación regional e internacional para prevenir y resolver los conflictos.
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