En un acto que ha conmocionado a la comunidad internacional, fuerzas policiales y militares ecuatorianas irrumpieron en la Embajada de México en Quito. El allanamiento, realizado con vehículos blindados, tuvo como objetivo la detención del exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, quien se encontraba en la embajada tras haber solicitado asilo político.
La acción de las autoridades ecuatorianas ha generado una crisis diplomática entre ambos países. México, en respuesta, ha suspendido las relaciones diplomáticas con Ecuador. La violación de la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares y la Convención de Caracas sobre Asilo Diplomático ha sido ampliamente condenada por la comunidad internacional.
La Organización de los Estados Americanos (OEA) ha expresado su solidaridad con el Gobierno mexicano y ha instado a resolver las diferencias mediante el diálogo. El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se ha solidarizado con el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, a través de las redes sociales. La cancillería brasileña también ha emitido un comunicado condenando enérgicamente la acción del Gobierno ecuatoriano.
El mandatario chileno, Gabriel Boric, ha respaldado a México y ha expresado su preocupación por la violación del derecho al asilo. La entrada de la policía especial a la embajada ha sido objeto de repudio más allá de cualquier justificación para la detención de Jorge Glas.
El presidente colombiano, Gustavo Petro, también ha reaccionado ante estos acontecimientos. Petro asegura que su país promoverá una acción para que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos expida medidas cautelares en favor de Jorge Glas. El exvicepresidente llevaba en la embajada mexicana desde el 17 de diciembre y a él “se le violó de manera bárbara su derecho al asilo”.
La comunidad internacional sigue atenta a los acontecimientos y espera una pronta resolución de esta crisis diplomática.
Actualización (7 de abril de 2024)
La situación en Quito sigue siendo tensa después del allanamiento a la embajada mexicana. Las autoridades ecuatorianas han defendido su acción, alegando que Jorge Glas estaba involucrado en actividades ilegales y que su presencia en la embajada constituía una violación de las leyes ecuatorianas.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha calificado el allanamiento como un acto de agresión y ha pedido una investigación exhaustiva. México ha presentado una denuncia formal ante la Corte Internacional de Justicia en La Haya, acusando a Ecuador de violar el derecho internacional y los tratados diplomáticos.
La comunidad internacional ha reaccionado con preocupación. El secretario general de la OEA, Luis Almagro, ha instado a ambas naciones a buscar una solución pacífica y respetuosa. Sin embargo, las tensiones persisten y se espera que la situación se debata en la próxima reunión de la OEA.
El presidente colombiano, Gustavo Petro, ha reiterado su apoyo a Jorge Glas y ha pedido a la comunidad internacional que intervenga para garantizar su seguridad y proteger su derecho al asilo. Petro ha instado a Ecuador a respetar las normas internacionales y a liberar al exvicepresidente.
La embajada mexicana en Quito permanece cerrada y bajo fuerte vigilancia. Los ciudadanos mexicanos en Ecuador han sido instados a tomar precauciones y a mantenerse informados sobre los desarrollos en la crisis diplomática.
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