Dos días antes de las elecciones, las encuestas señalan a José Raúl Mulino como el líder destacado, con más del 37% de la intención de voto. Este político, quien sustituye a un expresidente envuelto en escándalos, se presenta como el favorito para ganar las elecciones en Panamá. Su plataforma incluye una serie de propuestas que abordan los principales desafíos que enfrenta el país, desde el cierre de rutas migratorias hasta la lucha contra el narcotráfico y la revitalización de la economía.
José Raúl Mulino, de 64 años y abogado de profesión, fue originalmente compañero de fórmula del ex presidente Ricardo Martinelli. Sin embargo, la salida de Martinelli hacia la embajada de Nicaragua tras una condena por blanqueo de dinero dejó a Mulino en el centro del escenario político. Mulino se presenta como un candidato comprometido con la restauración del orden fiscal y el impulso del crecimiento económico, enfatizando la importancia de la inversión en infraestructura, especialmente en puertos y carreteras.
La economía de Panamá, que fue una de las más prósperas de los mercados emergentes a principios del siglo, ha enfrentado recientemente una serie de desafíos, incluidos disturbios sociales, rebajas en la calificación crediticia y problemas en el sector minero. Mulino busca revertir esta situación, prometiendo revitalizar el crecimiento económico y restaurar la estabilidad fiscal.
A pesar de su posición destacada en las encuestas, Mulino enfrenta la oposición de otros candidatos, como el ex presidente Martín Torrijos, quien promete reducir la desigualdad y combatir el nepotismo en el gobierno. Además, el candidato Rómulo Roux y el abogado Ricardo Lombana también presentan una competencia significativa en la contienda electoral.
La economía de Panamá, que alguna vez fue considerada como una de las más prometedoras de América Latina, se encuentra ahora en una situación delicada. La tasa de crecimiento económico ha disminuido y la deuda del país ya cotiza como basura en los mercados financieros internacionales. Esto ha generado preocupaciones sobre la capacidad del próximo gobierno para abordar estos desafíos y restaurar la confianza de los inversores.
En el ámbito internacional, Mulino también se compromete a cerrar las rutas migratorias que atraviesan la densa región selvática entre Colombia y Panamá, así como a combatir el narcotráfico de manera frontal. Estas medidas buscan abordar preocupaciones clave en materia de seguridad y migración que afectan al país.
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