
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha anunciado la suspensión temporal de la Línea de Crédito Flexible (LCF) que mantenía con Colombia desde 2009. Esta decisión, que entró en vigor el 26 de abril, ha generado preocupación en los mercados financieros y en el ámbito político del país.
La LCF, considerada un respaldo clave para la estabilidad macroeconómica en momentos de alta volatilidad, fue suspendida debido al deterioro de las finanzas públicas de Colombia. Según el FMI, el déficit fiscal del gobierno central alcanzó el 6,7% del PIB en 2024, superando significativamente la meta establecida. Además, las restricciones de liquidez llevaron a una acumulación de pagos pendientes equivalentes al 2,8% del PIB.
Julie Kozack, directora de Comunicaciones del FMI, explicó que la continuidad de Colombia en la LCF dependerá de la finalización de la consulta del Artículo IV y de una revisión intermedia. Aunque la suspensión es temporal, envía una señal de alerta a los mercados internacionales sobre la confianza en la política económica del país.
Mauricio Cárdenas, exministro de Hacienda, calificó la decisión como “el peor mensaje para los mercados financieros” y destacó que la LCF era el mayor seguro económico de Colombia. Por su parte, María Claudia Lacouture, presidenta de AmCham Colombia, instó al gobierno a corregir el déficit fiscal y controlar el gasto público para recuperar la confianza internacional.
El gobierno de Gustavo Petro enfrenta críticas por la falta de un plan fiscal creíble. Mientras tanto, analistas advierten que esta suspensión podría encarecer el acceso al crédito y aumentar el riesgo país, complicando aún más el panorama económico.
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