El problema de la moral trasciende fronteras religiosas. Colombia es un país con una tradición enteramente católica, y por ello hay una fuerte asociación entre nuestra opinión y nuestros sesgos respecto a temas de la cotidianidad que resultan generando una forma de aceptación social. Los colombianos han desarrollado una tendencia de fuerte critica a los temas más controversiales, y para responder a estas divergencias se posicionan desde la subjetividad y tradición que proporciona una visión no solo poco objetiva sino con prejuicios que pueden afectar la sensibilidad de otras personas.
Es importante comprender que los cambios contextuales y culturales dan paso a nuevas formas de vestimenta, practicas, creencias y palabras que poco a poco se van “normalizando” y se acoplan al diario vivir. Entre muchas cosas se pueden destacar las nuevas formas de vestimenta, la separación del pensamiento juvenil con el pensamiento eclesiástico, las formas de relacionarse por medio de redes sociales, el uso recreativo de sustancias psicoactivas y la convencionalización de términos y trabajos como los estudios de tatuajes o peluquerías, entre otros. Es de vital importancia comprender que el cambio generacional va generar dos posiciones contrarias y chocantes, donde por un lado las nuevas generaciones han crecido con un mundo de necesidad en salud mental, necesidad de responder al capitalismo imperante y la percepción de acumulación de capital, que termina generando obstáculos para el desarrollo de ciudadanía que va en línea con la concepción de una generación anterior ligada a la institucionalidad (iglesia – estado) y visualización de familia nuclear heterosexual, y con prácticas muy marcadas de su época.
Cuando las personas que se paran en una u otra posición generan una opinión o una critica hacia la otra parte, se hace desde una critica cargada de todas esas nociones sociales y culturales que terminan llevando una falsa percepción de rivalidad, y podremos encontrar ejemplos como estos:
- “Los tatuajes son para delincuentes” – antigua generación
- “No deberían dar religión en los colegios” – nueva generación
Los ejemplos como estos son el pan de cada día en nuestra sociedad, pero ¿quién tiene la razón?, a veces esa parece ser la preocupación mas imperante cuando se discute de practicas sociales, pero hay que recordar que opinamos, criticamos y estigmatizamos desde nuestra experiencia de mundo e invisibilizamos la historia, las marcas y los recorridos de las personas de quienes nos rodeamos. Es necesario crear una cultura de comprensión y no de razón estricta, donde lo fundamental sea entender las diferencias entre generaciones, la reivindicación de derechos y las nuevas y antiguas formas de relacionamiento que han permitido que la sociedad colombiana sea hoy por hoy lo que es; bueno o malo, eso lo decide usted.
Redacción: Enmanuel Cubides Quijano, enfermero y estudiante de 5.º semestre de psicología de la Universidad del Valle.
Notas De Cristal Para Una Generación En Construcción
Es muy cierto los diferentes puntos desde el antes y el ahora.
Lo más importante es no perder los principios y valores que nos llevan a una sociedad que se respeta entre si, sin atropellar al otro por sus diferencia en el pensamiento.