Continúan los fenómenos sísmicos en la zona oriental

En China, un terremoto de magnitud 5,5 sacudió la provincia de Qinghai. A las 08:39, hora local, la tierra se estremeció, y su epicentro se localizó a una profundidad de 10 kilómetros. El USGS estimó la magnitud del sismo en 5,3. Hasta el momento, no se dispone de información sobre posibles víctimas o daños materiales como resultado de este evento.

Por otro lado, en Taiwán, apenas unas horas antes, la naturaleza rugió con una fuerza aún mayor. Un terremoto de magnitud 7,3 sacudió la isla, uno de los más fuertes en los últimos 25 años. Las consecuencias fueron devastadoras: 9 vidas perdidas y más de mil personas heridas. El epicentro se situó al sur de la ciudad de Hualien, cerca del popular parque nacional de Taroko. Edificios colapsaron, rocas se deslizaron y la tierra se abrió bajo los pies de quienes vivían y visitaban esta hermosa isla. La tragedia se sintió en todo Taiwán y en las islas costeras, recordándonos la fragilidad de nuestra existencia en un mundo en constante movimiento.


En medio de la tragedia, vemos la solidaridad humana. Los rescatistas arriesgan sus vidas para salvar a otros. Las comunidades se unen para reconstruir lo que se ha perdido. En cada sacudida, en cada pérdida, recordamos nuestra vulnerabilidad y nuestra capacidad para resistir.

Notas De Cristal Para Una Generación En Construcción

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