Dejémonos ser: el estigma de sentir

Imagen utilizada solo para fines ilustrativos, tomada de: heyheyhello.com

A lo largo de nuestra vida hemos considerado las emociones percibidas como “negativas” como sinónimo de confusión o desconcierto. La adolescencia es un periodo de nuestra vida que genera gran incertidumbre por la gran cantidad de transformaciones que suelen darse a nivel “biopsicológico” y fisiológico; y las hormonas tienden a tener picos de producción y sobreproducción, lo que conlleva incluso a predisponer nuestras emociones. Si bien conocemos de los diferentes momentos y situaciones que pueden presentarse en la adolescencia como tránsito a la adultez, no es normal que la constante emocional sea la distimia, la tristeza, una rabia incontrolable e incluso una impulsividad que en últimas agrede a las personas con las que convivimos e incluso a nosotros. Está claro que una sociedad como la colombiana aún tiene vestigios del machismo que reprime las emociones, especialmente de los hombres por el rol social que estos juegan y el estigma que gira en torno a ello.

Todos y todas pasamos por diferentes momentos en nuestra vida que nos llevan a un revuelto de emociones, dónde en ocasiones no sabemos ni como expresarlas. El enamoramiento, las nuevas experiencias, nuestra vida académica, laboral e incluso familiar a veces nos saturan, y es necesario dejar salir toda carga acumulada, puesto que de no ser así habrá un desplazamiento que sobrepase nuestros límites y se vea reflejado en el resto de los ámbitos de nuestra vida, por ello la importancia de reconocer lo que sentimos cuando lo sentimos. Por ello traemos algunos puntos para que puedas darte el espacio de sentir:

  • Reconocimiento: Parte fundamental de sentir, es reconocer aquello que sentimos, por ello, cuando te sientas sobrepasado en emociones lo primero que debes hacer es concederte un espacio para respirar, el concentrarse en tu respiración te permitirá que tu cuerpo se oxigene con inspiraciones profundas e inspiraciones lentas y así puedas pensar con claridad. Si logras llegar a un estado en el que te sientes más tranquilo, podrás empezar a evaluar la situación de otra manera y darte paso a cuestionarte ¿Qué estoy sintiendo?
  • Gestión de la emoción: Al lograr reconocer la emoción que predomina en el momento, verás que esta vendrá a acompañada de un sentimiento (el sentimiento tiene una duración mayor en comparación con la emoción) que es menos intenso y podrá ser evocado a partir de lenguaje (escrito o verbal), la respiración, el arte o en últimas el llanto.

En Colombia, la normalización de las diferentes problemáticas de salud mental se han vuelto el pan de cada día. Al finalizar la pandemia, los indicadores de deterioro en salud mental han mostrado que los trastornos de ansiedad y cuadros depresivos son cada vez más recurrentes y el reconocimiento de las emociones son esenciales para la gestión de las mismas.

Redacción: Enmanuel Cubides Quijano, enfermero y estudiante de 5.º semestre de psicología de la Universidad del Valle.

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