En un movimiento que ha provocado una intensa controversia, Florida se ha posicionado en el centro del debate Internacional sobre la inmigración irregular. El gobernador Ron DeSantis promulgó una serie de leyes migratorias con el objetivo declarado de implementar una agenda de deportación masiva.
La legislación más drástica contempla la pena de muerte para inmigrantes indocumentados que sean condenados por delitos graves, como asesinato en primer grado y violación infantil. Además, se destinarán $298 millones a las agencias locales para la contratación, capacitación y el alquiler de instalaciones de detención.
Legisladores estatales también han revocado la matrícula de residente para estudiantes amparados por el programa ‘Dreamers’. Tras semanas de debates, los legisladores republicanos y el gobernador DeSantis han presentado un frente unido para aprobar dos nuevas leyes destinadas a intensificar la lucha contra la inmigración irregular. “Hoy, la legislatura de Florida aprobó la legislación más sólida para combatir la inmigración ilegal de cualquier estado en todo el país“, declaró DeSantis.
“Queremos tipificar como delito estatal el ingreso ilegal al estado de Florida“. El Partido Demócrata de Florida ha denunciado la nueva legislación como la más extrema del país, argumentando que vulnera los derechos fundamentales y afecta a miles de familias.
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